Al Pago Chico de Don Payró y algo más…

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Cada lugar donde el tren pasó, tiene mucha historia. En la Pulperí de Payró, Pablo y Marcela nos cuentan un poco de eso:

Mientras se remodelaba la escuela, parte del almacén se usaba como aula. Había una biblioteca. Fue sede del correo…
El tren pasó hasta el año 1978, y hasta ese momento el almacén estaba en pleno auge.
Fue el lugar de encuentro de familias que a la tardecita se juntaban para jugar a las cartas. Y a la mañana esperaban el tren para cargar los tarros de leche.
También funcionaba como bolsa de trabajo: El almacenero hacia el contacto entre el que buscaba trabajo y la estancia que necesitaba un empleado.
En esos años, la pulpería también oficiaba de capilla y se realizaban reuniones religiosas, algunas misas, bautismos.
Se había proyectado construir una capilla enfrente, cerca del galpón del ferrocarrill: es un caso raro: porque ni siquiera empezaron a construirla y ya tenía placa…

Gracias Pablo y Marcela de la Pulperí de Payró, por la atención y las historias (contándolas es que se mantienen vivas).