Hacia ya un par de meses que me encontraba indeciso y mas que nada con ciertas dudas, sobre las salidas del Grupo, ya unos amigos me habían comentado como era la mecánica de las mismas, pero uno siempre tiene algún grado de desconfianza sobre la condición física y si podía llevar adelante alguna de las salidas sin quedar en el intento, o si podría aguantar el ritmo. Así que después de algunas idas y vueltas, para poder coordinar una salida en la cual engancharme y un par de consultas a Luis, para ver si mi condición física era adecuada me decidí a hacer mi primer salida junto al Grupo a la Estación Gómez, un recorrido de alrededor de 70 kilómetros.

Ese domingo me levanté temprano con el tiempo prudencial para poder desayunar como corresponde y mas teniendo en cuenta el desgaste físico a tener en la salida, así que luego de desayunar me asomo por la ventana para ver el clima y ahí me llevo una mala sorpresa estaba garuando, así que después de un ataque de ansiedad empecé a controlar el Facebook y la pagina del Grupo para ver si había alguna novedad, pero para mi alegría nada, no se suspendía la salida, empezando mi recorrido hasta el punto de partida. Llego al lugar de encuentro, me presento a Luis al cual no conocía en persona, y me incorporo a las pocas personas que había hasta ese momento, siendo muy grande mi sorpresa cuando veo que a pesar de las condiciones climáticas, se habían juntado más de 30 en un ratito. A la hora indicada comenzamos la marcha hasta 131 y 68 donde nos juntamos con el resto del Grupo, y ahí empezó lo que para mi fue una mezcla entre aventura y nueva experiencia, ya que si bien tengo algún tiempo pedaleando, nunca había incursionado por los caminos rurales de la zona.

Luego del recorrido de ida hasta la Estación; lugar por demás pintoresco y de suma tranquilidad, y luego de atravesar la calle 90 que no estaba en muy buen estado, lo que le sumaba un poco de pimienta a la cuestión y de un par de pinchaduras de los compañeros, descansamos en Gómez, donde degustamos algunos mates con el resto de los integrantes del Grupo y un almuerzo en algunos casos improvisado y en otros ya programado en el restaurante de la localidad, todo con la finalidad de recuperar fuerzas para emprender el regreso por las vías, camino el cual al igual que el camino de ida fue lleno de sorpresas, pero lo que me dejo mas sorprendido no solo fue el pintoresco recorrido sino la buena recepción por parte de todo el Grupo de integrantes, con Luis a la cabeza y sobre todas las cosas la solidaridad de todos, que ante cualquier eventualidad de alguien, enseguida tendían una mano amiga y asistían a quien lo necesitaban, preocupándose tanto por si uno estaba en condiciones dando algún consejo. Comento que el día lunes no pude asistir por que el sol a pesar de haber tenido precauciones, me jugo una mala pasada y no estaba en condiciones, pero con un sentimiento de perdida, por no poder salir a disfrutar con este gran Grupo humano, encontrándome esperando que actualicen la nueva salida para poder repetir una experiencia que para mi fue inolvidable y muy recomendable para gente principiante como yo o para gente que ya posea cierta experiencia.

Pablo Asspero.