Oliden a través de la niebla

Salida a los pagos de Oliden, poca foto porque fue una salida que ameritó dejar unas palabras en nombre de pedalear cada vez que se puede con gente que conozco hace 2 años, otros que hace un poco menos, y algunos quizás la primera vez que los veo; pero siempre se siente bien uno compartiendo con todos, uno no siempre esta bien cuando sale a pedalear, pero yo vuelvo con tantas cosas lindas que veo o siento.

Algunos cocinan, otras te preguntan como vas, otros hacen chistes, otros te guían, otros reparan bicis, otros sacan fotos, otros solo están ahí escuchando y compartiendo tímidamente.
Y de todos me llevo algo lindo. Cada salida alguien me tira con una soga imaginaria y se los agradezco tanto porque yo siempre siento que no llego, por sobre todo a la vuelta.

Y todo esto es culpa de Luis (y te extraño, che), pero acá todos hicieron que estés con nosotros cumpliendo con todo. O sea: gracias por lo que compartimos hoy a los nuevos, a los viejos y a los mas chicos.

¡Hermosa salida! ¡Gracias Tincho y Normis!

Flavia Kaiser


Bonus track: El bar que no es bar

Dos días en uno: por la mañana muchísima niebla; por la tarde un Sol radiante. Compartimos ricos mates, tortas, pasta frola y hasta unos chorizos a la pomarola que preparó Norma.

Y luego, terminamos en un bar. Pero ojo, ya no es bar: es ferretería.
Nos encontramos con una señora que nos vendió tuercas y tornillos con los que nuestro amigo le arregló a nuestro nuevo amigo la palanca rebelde de la bicicleta.

Y ahí se notó el “y algo más…” de La Loma. Porque nos contó Myrna Pistone (la dueña del comercio) que ella vivía en La Plata y pedaleaba con el Grupo La Loma y que por razones “ladroniles” -como nos comentó- cambió de vida y se mudó a Oliden.

¡Inmensamente agradecidos: nos salvó!