Poblet y Correas

La mañana se presentaba espectacular, un poco fresca pero con un cielo celeste y un camino largo por recorrer, salimos casi a horario 9.10hs. a no más de 2 kilómetros se suma al grupo Marcelo y luego María de los Ángeles y ya sumábamos 12 bikers con ganas de conocer senderos, caminos y vías abandonadas. El recorrido hasta Poblet fue distinto, tomamos un sendero que antiguamente solíamos pasar y creo que luego de esa vez, nadie más paso por que estaba bastante feo, pero las ganas pueden más y continuamos entre quintas, invernáculos y varios pichichus que querían desayunar ciclistas… Llegamos a ruta 36 por el primer camino luego del estanque, cruzamos la ruta y por un sendero llegamos al antiguo circuito donde se corrían las carreras de TC. Luego cruzamos una tranquera que suele estar cerrada pero en este caso estaba esperándonos con los brazos abiertos, nos internamos por caminos espectaculares, entre arboledas muy viejas y plantaciones de pinos y eucaliptus. Tenía algunas dudas sobre este tramo del camino ya que no lo conocía muy bien, Matías quien lo conoce se quedo lo más pancho en su casa (palabras de Mari) y nos daba instrucciones por teléfono (un abrazo Mati y que te repongas pronto de esa gripe) Unos metros antes del boliche del pueblo paramos a esperar a Mari y María Laura que se había detenido a sacar fotos a unas vacas aunque creo que se pensaron que éramos nosotros. Bueno llegamos a Poblet bien, aquí tuvimos una parada técnica (pipi y cargar agua) y al salir notamos que María Laura tenía un rueda pinchada, enseguida saco sus flamantes herramientas y me las pasó para que las usara… gracias Lau!!!! Todavía me pregunto para qué era la tijera… Bueno, en las fotos se darán cuenta de lo que hablo. Continuamos camino a Correa, el camino se hizo un poco pesado ya que el viento estaba de frente y bastante fuerte. Antes de llegar a Poblet nos cruzamos con Ernesto, quien se había quedado dormido y opto por hacer su propio recorrido, llegamos al segundo pueblo y el almacén de Don Beto fue nuestro punto de descanso. Allí se nos sumo Sergio y compartió con el grupo este momento de camaradería. Luego del merecido descanso retomamos el camino, un tramo por pavimento y el resto por las vías hasta la estación de Arana donde nos dependimos de María Laura y Sergio que retornaban por la calle 7.

No te vallas que aquí viene lo mejor…

Nos internamos por un camino paralelo a las vías, cruzamos una escuelita rural un par de quintas y el camino aquí se termina. Entre los rieles abandonados hay un sendero muy pequeño y tentador que por supuesto lo seguimos, tuvimos que luchar entre la maleza y los tramos sin paso donde bajamos en dos oportunidades, fueron varios kilómetros así, hasta que de repente un puente de hierro con poco espacio para cruzarlo y con agua por debajo hizo poner los ojos de Mari de una forma terrible, pensé que se estaba transformando en el increíble hombre verde, su cara era de color azul verdoso y los diente brillaban como los diamantes, por su boca salían palabras extrañas siempre refiriéndose a algunos familiares, pero bueno saco coraje y en 4 patas logro cruzarlo con éxito y no fue la única que uso este método, sino miren las fotos, aclaremos que Mari le tiene pánico a los puentes (también al lavarropas, los platos, la plancha, la cocina, etc… etc… Ja… Ja…!!!! ) Bueno amigos luego de esta pequeña aventura que fue de 60km., les doy las gracias por la compañía y será hasta la próxima.

PD: Un saludo especial a Patricia que el lunes próximo será operada de una lesión en su codo, pronta recuperación y toda la buena onda del grupo para vos Pato.

María de los Ángeles