Bavio si no llueve y algo más…

Domingo 23 de junio, 8:00 am

Hace rato que no madrugábamos un domingo. El cicloturismo, haciendo de las suyas, logró que a las 9:20 estemos alistados en el punto de encuentro para nuestra segunda salida con La Loma.

Un domingo en que el clima oscilaba entre emprender hacia Bavio o quedarse mirando la lluvia y el partido de Argentina por la Copa América. Afortunadamente, ganó la primera.

Comenzó el pedaleo y las charlas en el mientras tanto por la bicisenda de la 137; un par de kilómetros hasta adentrarnos en camino de tierra. Luego de un tirón sale la primera parada técnica, a relajar músculos y recargar energías con un puñado de galletitas, para despuntar el vicio.

La caída de la principiante no tarda en llegar y con ella el primer bautismo de barro del día. Como de costumbre, llega uno al rescate a poner todo en su lugar, nos sacudimos la tierra y a seguir que nos esperan unas ricas pastas.

El destino empieza a asomar. Aterrizamos en el club Racing de Bavio y arrancó el clásico campeonato de ping pong. Los más experimentados utilizaron todos los artilugios para hacerse con el premio mayor, incluso alguno se atrevió a una exótica danza milenaria para inhibir a sus contrincantes. Aunque fue la zurda de Bernardo la que se llevó el primer puesto.

Sorrentinos, estofado y tinto. Churros, torta y pastafrola para el mate. Foto grupal, aprontamos relojes, cascos y emprendemos la retirada escoltados por un cielo gris.
Las vías del tren, siempre traicioneras, fueron protagonistas de “crónica de una caída anunciada”. Puente de aplausos para él.

En el último tramo, apurando el pedal, recopilamos consejos que nos llevamos a casa.

En un abrir y cerrar de ojos, se forma una montaña de bicicletas. Choque en cadena: respiramos, no hay heridos de gravedad. Aún se desconocen las causas del siniestro.

La Plata nos vuelve a recibir.

Nos despedimos, esperando ansiosos nuevas historias por pedalear.

Francisco y Ailin