Chascomús, Ranchos y Carpas

Relato de Leo

…Y el destino quiso que así sea… me tocó escribirles sobre el finde largo…

Febo es el primero en acudir a la cita. El compacto grupo de valientes se dispone a enfrentar un nuevo desafío. Montando sus corceles de aluminio y luciendo con orgullo sus amarillas ropas, se topará con efímeros lodazales y pichones de huracanes que harán ralentizar pero nunca detener su glorioso paso por los caminos que lo conducirán indefectiblemente al éxito… bla… bla… bla…

Ahora va en serio, jaja…

Trataré de resumir y ser concreto para que el relato no se torne muy denso.

Luego de una semana cargada de dudas sobre el pronóstico meteorológico y a pesar de la lluvia caída el miércoles, tuvimos la suerte de poder hacer la salida a Chascomús…Y QUÉ SALIDA !!!

Arrancamos el jueves temprano, como estaba planeado. Algunos lo hicieron desde 131 y 44 y otros lo hicimos desde 131 y 68.

Con el sol a pleno, salimos unos 30 ciclistas desde éste último punto de encuentro pasadas las 8 am y rumbeamos hacia Ruta 36, no sin antes atravesar unos kilómetros de caminos embarrados pero transitables.

Ya sobre el asfalto, y luego de sacar un poco de barro de nuestras bicis armamos la fila india con destino a Oliden… aunque hubo una parada fugaz en el almacén de Yeya, en Poblet.

Llegamos a Oliden y la parada obligada era en la panadería, donde hubo tiempo de tomar unos mates y estirar las piernas. Algunos paramos previamente en el almacén a comprar provisiones.

Seguimos por tierra, pesada por cierto… en ocasiones uno miraba hacia abajo porque las cubiertas parecían pegarse a ella. Paramos frente a la Escuela nº 33 de Ferrari en donde compartimos el almuerzo y unos mates… cargamos agua fresca y seguimos viaje. Nos reagrupamos nuevamente sobre el puente que cruza el río Samborombón y continuamos, siempre acompañados por el sol, hasta Chascomús, pasando por Villa del Sur en donde volvimos a cargar caramañolas y luego por la estación Gándara.

Por fin!!! Chascomús!!! Como estaba previsto, nos alojamos en el camping de la Asociación de Pesca. Unos mates para festejar el arribo, armar el campamento y a las duchas… Un pequeño grupo se alojó en dormis y el resto en carpa…

La cena fue variada… algunos ya tenían para comer, otros cocinaron, otros comieron en la parrilla del camping, otros compramos pizzas… pero todos la pasamos super bien.

Luego de cenar, tiré la idea de ir a dar un paseo en bici al centro de la ciudad, y se prendieron 5… ajustamos las luces y salimos a tomar unas cervezas… recorrimos algo más de 20 km en una nocturna improvisada para luego dormir plácidamente, no por la bebida, sino por el cansancio, jaja…

El viernes amaneció nublado, y con anuncios de lluvia, motivo por el cual emprendieron su regreso unos 10 integrantes…

De los valientes que nos quedamos, Mariana y Diego siguieron a Pipinas, y el resto, con viento a favor sobre la ruta 20, hacia Ranchos, en donde nos esperaba Julito para sumarse al pelotón.

Al llegar, recorrimos la pequeña laguna y tomamos unos mates… Nazareno, Antonella y Miguel cocinaron ahí y el resto compartimos el almuerzo en una parrilla sobre la avenida de acceso a la ciudad… pastas, carnes, achuras… hubo para todos los gustos y con brindis incluído.

Con nuestras panzas llenas comenzamos a regresar… pasamos por la iglesia y algunos entraron para pedir que no llueva el sábado, jeje…

Sobre la ruta, y ahora con viento en contra hubo que ayudar a Ingrid que venía cansada… y quién mejor para hacerlo que su mamá Nancy, una leona, que la llevó a tiro hasta que salimos del asfalto.

Nuevamente en Chascomús, repusimos energías como corresponde, con mates, pasteles y galletitas, compartiendo charlas y anécdotas varias hasta que cayó el sol.

Y qué cenamos? La pregunta tuvo distintas respuestas… la mayoría se quedó en el camping y un grupo de 9 decidimos ir a cenar a “Lo de Mirta”.

En qué vamos? Luego de un largo debate nos dividimos… 3 lo hicieron en remis y 6 lo hicimos en bici. En el camino recibí un llamado de Marcelo (uno de los que habían regresado a La Plata por temor a mojarse, jaja) diciéndome que iba a compartir la cena con nosotros… y para sorpresa de todos se apareció acompañado de Eduardo, un viejo conocido del grupo. Nos deleitamos con unas pastas y bebimos… algunos gaseosa… algunos cerveza… algunos vino… algunos mucho…

Pasamos un grato momento y lo coronamos degustando unos helados afuera.

Cerca de la 1:00 am y ya en el camping, nos despedimos de Marcelo y Edu que se volvían a La Plata… y a dormir.

El sábado arrancó con una leve llovizna, que duró poco pero lo suficiente como para tener que modificar el itinerario de regreso. Desarmamos las carpas, ordenamos nuestros bártulos y a matear…

A las 9:30 sacamos la foto grupal y encaramos hacia la autovía 2… Julito tuvo que frenar a Julieta y Pablo que querían seguir hacia la costa atlántica, jaja. El cielo fue despejándose a medida que avanzábamos hasta tornarse en un día espectacular… parece que los pedidos en la iglesia de Ranchos funcionaron a la perfección.

Al mediodía estábamos almorzando en la YPF de Samborombón y en una horita estuvimos listos otra vez.

El grupo se fue haciendo cada vez más heterogéneo pero todos sabíamos el recorrido, así que seguimos cada cual a su ritmo. Algunos siguieron rápido con las ansias de llegar, otros paramos para matear… y luego para ir al baño… y por último para compartir una merecida cerveza fría después de una travesía de estas características.

No sé si he omitido muchos detalles y relatado algunos irrelevantes, pero lo seguro es que la salida estuvo genial.

Gracias a todos y cada uno por la compañía, desde los coordinadores hasta el último integrante del grupo.

Hasta la próxima!!!