Correas a puro barro

Intro de Juan Matías: Salida pirata…

Te despertaste temprano. Sin hacer ruido, te levantas de la cama y salís del cuarto con la ropa para cambiarte en el baño. Te lavas la cara y te cambiás. Mirás a los chicos en el cuarto y salís. Llegando al living, te lo encontrás a tu hijo que recién llega de bailar, te guardas el sermón y le decís que se vaya a dormir. En eso escuchás ruidos en el dormitorio… no hay tiempo para la notita, tomás la bici y salís rajando (antes le hechás un vistazo al auto…). Agarrás por la 44 y mientras terminás de ajustarte el casco y los guantes te ponés a pensar “¿Qué se entiende por ‘se suspende si llueve mucho la noche anterior o al momento de salir’…?” Sin encontrar muchas explicaciones, cruzás la 131 y ya están Analía, Verónica, Silvia, María Laura, Sergio, Marcelo, El Pela, Juan Matías, Pablo, Luis y Diego.

Minutos más tarde, comienzan a caer los mensajitos de texto…

Relato de Luis El Pela
El día anterior y la noche previa, había llovido lo suficiente como para dudar si se haría la salida.

La mañana amaneció bastante fresca y nublada, por lo que al llegar al punto de encuentro, grata fue mi sorpresa al encontrarme con varios de los amigos del grupo Luis, Matías, Pablo, Marcelo, Verónica, María Laura, Analía, Diego, Silvia, Sergio…… me olvido de algún otro?

Además, pasaron a saludarnos María de los Angeles y Daniel ya que no podían salir pues el abuelo de María de los Angeles andaba con problemas de salud…

En “salidas” del grupo se informaba que Poblet era el destino, pero las lluvias nos hicieron tomar otro rumbo menos rural, como para no embarrar demasiado las bicis, no…?

Cómo nos engañaron !!!

A poco de hacer unos Km por la 137, Luis enfiló por espectacular camino sobre vías sin durmientes, con muy lindo pastito de rocio matinal, bien cortado por las ovejas de la zona y cero nivel de dificultad. Cómo lo disfrutamos!! Pero… qué poco nos duró!!…

Al finalizar ese trecho, giramos a la izquierda y nos esperaba con toda su energía el barro que la lluvia se había encargado de producir la noche anterior.

Ahí nomás comenzó el balet de bicis intentando mantener la vertical; casi nadie lo logró, pero cómo lo disfrutamos jugando a ser niños otra vez, no?… (bueno, algunos/as preocupados/as por el brillo de sus bicis no parecían tan contentos eh?..jaaa).

Un poco más adelante la gran decisión: giramos a la derecha y nos mandamos a Poblet o cuidamos las bicis yendo a Correa…? Ya estabámos embarrados, por lo que la excusa de no ir a Poblet parecía no tener demasiado sentido, pero como Sergio dijo que si encarábamos por ese camino terminábamos en zona privada, tuvimos que tomar otra vez la izquierda rumbo a Correa, sí o sí.

Nuevamente el balet funcionando a pleno con nuestras máquinas enchastradas de barro. Tanto era así, que teníamos que ir parando para sacar el lodo de los frenos ya que no podíamos avanzar.

Así, llegamos nuevamente a la 137, allá, donde dá la curva que luego te lleva a Arana y tomamos por la “calle de vidrio”…

O sea, ya habíamos transitado por las vías, la calle de vidrio y el fango. Parecería que ya no habría más novedades ¡!!.. Pero, no, siempre hay sorpresas en nuestras salidas.

Fue entonces que tomamos por la “calle de las pinchaduras”¡!!!!!! Sí ¡!! Rompimos el record de cámaras y parches de repuesto ¡!!.

Motivo? Para llegar hasta las vías que conducen a Correa, tuvimos que tomar un camino intransitable.

El camino en cuestión, contaba con numerosos árboles y arbustos talados, cargados de espinas y sedientos de venganza por no haber podido “morir de pie” y se la agarraron con nuestras cubiertas ¡!!

Allí, se dieron clases de primeros axilios para algunos que se rasparon con las temibles púas y también de reparación de pinchaduras (asignatura pendiente, que más de uno se la lleva a marzo, eh? Jaaaaaaaaaaaaaa)

Era tal la gravedad de la situación, que hasta se presenciaron escenas de flagrante soborno en el “te cocino una torta si me arreglas la pinchadura”……jaaaaaaaaa (jamás daré nombres pero quienes allí estuvimos, sabemos que es cierto ¡!!! Jaaaaaa)

Finalmente, nos reagrupamos tomando por el camino de las vías que nos llevó hasta Correa.

Allí, nos encontramos con Virgina y dos amigas que estaban entrenando y nos juntamos todos para compartir unos buenos mates, disfrutar las tartas de ricota hechas por la gran Tita (la señora que atiende el almacén de ramos generales, nuestro agradecimiento por brindarnos siempre su camaradería). También, sobresalieron los de “jamón y queso”, las palmeritas y demás yerbas…

Quiero realizar un especial comentario para nuestro líder del grupo que deseaba sorprender a su amada esposa con la espectacular tarta de ricota que recién comenté y por esos golpes de la vida, vaya uno a saber en qué bache del camino se perdió el exquisito manjar, para amargura de Luis (Lilian, es cierto ¡!! Luis te regaló una tarta, pero no supo resguardarla hasta el final !!!! jaaaa)

La reunión estaba espectacular, pero Maria Laura se tenia que ir pues su marido debía cumplir con su deber cantando la ópera “el barbero” en el Teatro Argentino (luego, la vi en el teatro argentino y doy fe que la ópera estuvo muy buena y que su esposo cantó como los dioses ¡!)

Así fue que tuvimos que hacer la foto grupal (esta vez en un lugar propio de gente deportista como lo somos, no?…..) sin la compañía de nuestra amiga…..(traidora ¡!!! Jaaaaaaaaaaaa, naaaaa, te queremos María laura ¡!!!)

Pero, Maria Laura, mirá cómo es la vida eh?…. Tuviste que matarte durante dos horas lavando la bici y nosotros gracias a la “avivada” de Marcelo, dejamos nuestras compañeras de ruta brillantes como si recién salieran de fábrica ¡!!! Jaaaaaaa…(un dato: en la estación de servicio e 7 y 72 , o mejor dicho, lo que queda de ella, hay un grupo de jóvenes que de onda te dejan la bici a nuevo ¡!!! jaaaaaaaa)

Y bueno amigos, una salida más con el grupo, qué más agregar, no?

Parece mentira, llevo más de cuatro años saliendo y cada encuentro siempre es distinto, siempre hay cosas nuevas por contar, aunque el camino sea el mismo, como lo fueron los colores rurales luego de la lluvia con sus verdes intensos en los sembradíos, la tierra bien negra esperando la semilla, las flores que indicaban la cercanía de la primavera a pesar del frío de la jornada y ese olor especial que tiene el campo cuando la tierra recién se mojó !!!!!!

Solo una cosa no cambia: el placer de disfrutar la amistad en bici.

Un fuerte abrazo, El pela