Al Corredor de Infancias con La Lomita

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Y llego el día, el gran día…

Cuando parecía todo listo… veo que la rueda trasera de la bici se había descentrado y tocaba el freno… ¡nooooo! ¡Son las 10 de la mañana!
Bueno, llamo a Leandro, un amigo del grupo que a pesar de tener un ojo tapado por una pequeña lesión se acercó y solucionó el problema, así que ¡Gracias Bicicleteria Sclani!

Ahora si, todo listo, salimos de casa con la bicisilla, adelante Rosa con su vehículo guiando el camino: por detrás Gonzalo acompañando, Norma parando el tránsito en algunas esquinas y Simón acompañándome sentado en la silla, no sé si era por la emoción, pero no paró de hablar durante todo el trayecto, hermosa compañía al cual le debo todas las repuestas…

Llegamos a 19 y diag. 73 y allí tomamos la bicisenda que esta espectacular hasta Plaza Moreno, nos encontramos con varios amigos haciendo el aguante hasta que llego la estrella mayor del evento mi querido amigo Juanma: él fue la inspiración de este proyecto. Comenzamos la pedaleada con él. Y luego fueron los turnos de Sabrina, Nazarena, Luz, Lucía, Caty, Esther, hasta los chicos de La Lomita en patota tuvieron su paseo. Todos pudimos disfrutar de este gran sábado: la Bicisilla logró unir a la familia en una salida en bici, hermanos, padres y familiares juntos, disfrutando, compartiendo.

Quiero hacer un comentario de Lucia, ella, es una señora que vive en Lanús y en esta ocasión su familia la trajo a pasear a nuestra ciudad, comento que ama La Plata y en especial visitar la Catedral, luego de la invitación a subirse a nuestra bici que accedió en forma inmediata y muy contenta… Recorrimos la plaza acompañados por el resto del grupo, al llegar frente a la Catedral me hizo un comentario que me emocionó y realmente te das cuenta que con muy poco podemos hacer feliz a alguien, ella me dice: “Qué hermosa se ve la Catedral desde una bicicleta”. ¿Qué más agregar?

Nuestra amiga Nazarena, según su mami, no para de hablar del paseo y lo feliz que se siente.
Sabrina que decía qué lindo… qué lindo y que tiene ganas de subir al ascensor de la Catedral pero dice que no puede porque hay escalones… si alguien que lee esto y puede hacer algo, eso sería muy importante.

“Qué hermosa se ve la Catedral desde una bicicleta”

Quiero agradecer eternamente a mi querido Nicolás por la construcción de la bicisilla, ojalá tengamos a muchos más Nicos que la construyan y así poder despertar una sonrisa a muchos amigos más; a Rosa por el hermoso almohadón amarillo que lucía la silla y por acompañarnos; a Gonzalo y Simón por la compañías y colaboración; a Norma que siempre está dispuesto a colaborar en lo que sea; a Paula Sánchez, amiga de años con sus niñas que siempre están y tan bien me hacen sentir cuando las veo; a Sabrina Romano docente de una escuela donde pronto estaremos visitando y llevando a sus chicos a un paseo con la bicisilla; a todos los chicos de mi querido Grupo La Loma que nos acompañaron, La Lomita por supuesto y a los veteranos… algunos todavía no llegaron a la plaza porque a mitad de camino se olvidaron donde era, ja ja ja (bromita amigos); a mi familia que siempre está presente, comenzando por mi esposa, Lilian, compañera de vida de casi 40 años que siempre me acompaña, Laura que a pesar de estar lejos y después de venir de capital, se llegó a dar una vueltita con los niños… a mi yerno Bernardo y Aye que compartieron la tarde junto a mi nieto Inti, que se pedaleó todo junto a la barrita de amigos del jardín… a mi hijo Leandro, mi nuera Anita y mis nietos, Gregorio y mi princesa Clarita que los manteníamos al tanto de todo lo que estaba sucediendo.

Gracias a todos por estar siempre Y ALGO MÁS…

Luis.