Doble Cruce de los Andes 2016 II
Pasos Cardenal Antonio Samore y Vicente Pérez Rosales (Neuquén)

Una historia de para festejar este año.

Como muchos saben, este año realizamos un cruce por la cordillera. Martín, Alejandro, Gustavo, Luis y yo. Todo el paisaje fue un derroche de belleza y se disfrutó mucho.
Siempre hay zonas de mayor trepadas que otras: El día que cruzámos el paso Cardenal Samoré… fue cansador. Pero la llegada al hito, fue muy conmovedora, sobre todo para los que realizaban su primer cruce, Ale y Martín. Luego de abrazos y fotos, nos sentamos un rato y allí Martín nos comenzó a relatar algo. Él quería agradecer especialmente a Luis.
Martín comienza con el grupo La Loma, el año en que su casa se inundó. Dado que no iban a salir de vacaciones, decidió comprar tres bicicletas y con su esposa Inés y su hija Luz, comenzaron sus primeras salidas en el grupo. En el transcurso de ese año le realizan un control, y determinan que debía ser operado de urgencia, y así lo hizo: terminó con dos by pass al corazón. Con esmero se fue recuperando, bajó muchísimo de peso (¿quién te ha visto y quién te ve?), y volvió a pedalear. Este año Luis le propone realizar un el cruce. El SÍ fue gigante, pero su gran emoción no duró mucho: su médico desaconsejó que lo realizara.
Pasó el tiempo y nuevamente Luis le propone realizar un cruce, menos gente y por otros caminos, un poco más poblados. Dijo Martín: “Un médico me dijo que no lo realizara, otro también que no lo hiciera, y otro que ni. Yo sabía que lo podía hacer y ya todos me dijeron que la operación salió perfecta”.
Y en octubre de este año, allí nos encontrábamos a la vera del camino. En donde Martín le cuenta a Luis, que cuando salió de la sala de operación, no podía respirar, le pedía más oxigeno y le decían que estaba al máximo, entonces el recordó que Luis le había dicho a alguien que cuando cruzan la cordillera, si en algún momento te falta el aire, es mejor hacer respiraciones cortitas y seguidas, que profundas… y así empezó a respirar y se imaginó cruzando la cordillera, trepando la montaña con flores amarillas a los costados del camino… eso lo ayudo a superar ese momento.
Y fue eso lo que quería agradecerle Martín a Luis.
La frase de la remera, de ese Cruce de octubre 2016, reza “ No importa cuántas veces caigas, sino la veces que te has levantado” Mario Benedetti
¡Feliz año! , Gracias a mis compañeros de cruce porque me hicieron más sabia, por lo tanto, más feliz,……ya sabemos donde hay que buscar la felicidad, dentro de cada uno de nosotros.

Los quiero a todos.