Domselaar, almacén y algo más… 


Hola:

Quería agradecer a todo el Grupo “La Loma” que fuimos hoy hasta (no me acuerdo el nombre) [ver nota 1], sobre la Ruta 6 [ver nota 2]. Lindo recorrido con mucho, mucho, mucho barro. Todo bien, algunas caídas, comimos, conversamos, contaron anécdotas, compartimos unos mates, etc.

Al comenzar el regreso se me partió la bujía, de la cadena [“?” ver nota 3], me quedé a pie, en medio de la nada, pero los chicos sacaron pinzas, aparatitos para la cadena y muchas herramientas más, y solucionaron el problema.

Algunos km adelante se volvió a salir la cadena y otra vez los chicos volvieron a arreglarla, gracias al genio del Tucu que me prestó una bujía nueva [insisto: ver nota 3], sin importarle si la iba a necesitar él [ver nota 3.1]. Pude llegar muy bien a casa.

¡Muchas gracias a todos! al Tucu, a Gonzalo, a Porra y los otros chicos que no me acuerdo los nombres [ver nota 4], pero todos colaboraron.

Excelentes personas, la pasé genial (a pesar del percance)

¡Muchas gracias a todos, nos vemos en otra salida!

Me voy a comprar dos bujías [repito: ver nota 3] ja, ja, ja, otra vez no me pasa, ja, ja, ja

¡Gracias!

Ana Majiña

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NdelE 1: Fuimos hasta la tranquera de acceso de la Estancia Peulla

NdelE 2: A decir verdad es sobre la Ruta 53

NdelE 3: Al decir “bujía”, se refiere al “fusible”.
NdelE 3.1: Creo que le importó, pero no lo dijo… igual la espera de vuelta, ojo. 

NdelE 4: Marcos colaboró filmando. Aníbal hizo el primer arreglo. Casi todo el resto hizo un esfuerzo de telekinesis reparador que acaso dio resultado. 

NdelE 5: Ana, es costumbre pagar estos gestos con una buena pastafrola. 

NdelE 6: A lo acontecido por Ana, se suma que Porra rompió fusible, y por suerte no rompió cadena, porque no tenía eslabón fácil que sí tenía Gonzalo, que rompió cadena y pinchó.

NdelE 7: Era Domselaar, pero ante la imposibilidad de los caminos embarrados, pensamos en Buchanan. Los senderos y las bicis no quisieron. Fue Peulla.

Gracias a todos los presentes. Ceci, Amadeo, y varios más, les debemos un atardecer en Buchanan