Familiares de Pereyra

Relato de Romina

Con una ansiedad muy pocas veces sentida, y muy pocas horas dormidas la noche anterior, pero eso si, muy contenta y con expectativas… me dirigí junto a Marcelo, al lugar de encuentro pautado, 13 y 32… donde ya había muchos ciclistas a quienes conocía en persona por primera vez… y ya conocía por fotos, María de los Ángeles, María Laura, Lucio, etc. Con más cosquillas en la panza, emprendimos camino hacia el Parque. El día amenazaba con ponerse feo, a cada momento, pero el sol casi primaveral se hizo presente en varias ocasiones. Con paraditas de agrupamiento (Bah! en realidad eran para esperarme…) llegamos no tan puntuales al segundo punto de encuentro… ahí se sumaron más compañeros y empezó la salida propiamente dicha al parque.

Rodeados de vegetación, y después de unas perdidas… nos sentamos a disfrutar el refrigerio tan esperado, a metros del conocido árbol de cristal.

Después de la foto grupal obligada… Luis nos indico el camino hacia otro punto… a conocer el árbol de los cadetes… Y por último, continuamos por unos senderos llenos de subidas y bajadas que muchos disfrutaron… y una cantera que invitaba a más que una caída y resbalón… y así mi primer salida casi llegaba a su fin. Nos despedimos en la estación de servicio y junto con Marcelo y María Laura emprendimos la vuelta. Muchas gracias a Lauri, Julio, Luis, Matías y obvio Marcelo… por el aguante, el apoyo logístico tan característico del grupo y la paciencia.

Fue una experiencia que nunca olvidaré, por eso las gracias no son suficientes. Un abrazo y hasta la próxima.

Romina