La Balandra y el Camino del Borracho

Relato de Diego

Domingo a la mañana, bastante fresco. Arribe al punto de encuentro faltando diez minutos para la hora convenida. Ya estaban Mariana y su hermano Sebastián (chef de profesión y del Grupo espero que también), Mariano Wolf y su amigo de Carlos Casares (perdón que no recuerdo los nombres!!!) (Aviso uno de tres)

Minuto a minuto fueron llegando el resto de los bikers hasta que siendo unos veinticuatro ciclistas partimos, pasadas las nueve, hacia nuestro destino.

En Arana, realizamos la primer parada de reagrupamiento, donde paso a saludarnos un perro amigo. En el trayecto previo, alguien sufrió una caída, después supe que uno de los involucrados fue el amigo de Emanuel (perdón que no recuerdo los nombres!!!) (Aviso dos de tres)

Luego de unos minutos de espera partimos nuevamente. En 7 y 658 realizamos otra parada de reagrupamiento donde aprovechamos a tomar algunas fotos… pese a las quejas de cierta lady y los pedidos de photoshop (que no los hubo y tampoco habrá)

Otra vez partimos velozmente hasta nuestro destino, en el camino Luis comentaba acerca de un momento anecdótico de una salida de tiempo atrás que incluía la rotura de una caja pedalera, en definitiva, cosas que casi nunca pasan pero ocurren…. Llegamos al puente sobre el arroyo “El pescado” donde realizamos otra parada breve. Reanudado el viaje y a poco metros de salir de ahí, papá de Emanuel (perdón que no recuerdo los nombres!!!) (Aviso tres de tres) sufre de una pinchadura, la primera de tres y la única ocurrida rodando. Se procede al cambio de la misma por una nuevita, estaba pinchada…. Cosas que pasan… probamos con una cámara que traía Emanuel… si, también pinchada… Como dije antes, cosas que pasan, menos seguido pero ocurren.

Decisión tomada: parche. Esto nos llevo unos minutos. Luego de reparada la cámara, Emanuel, papá y amigo optaron por retornar hacia La Plata.

Esta vez, solitariamente emprendí el viaje a la caza de la flota. Ya llegando a la ruta n° 11 tome mi celular para avisar de lo ocurrido, en ese momento vi las llamadas perdidas que no lograba atender ya que no lo escuchaba sonar. Hecha la llamada tranquilizadora correspondiente con breve descripción de lo ocurrido continué viaje. En el acceso a La Balandra sobre ruta n° 11 me esperaban Ernesto y Hermes.

Ya en el destino final y dadas las explicaciones lógicas en detalle acerca de mi retraso y lo ocurrido con los compañeros que retornaron, me apreste a disfrutar de mi almuerzo tal como lo hacían el resto de la tropa con sus viandas… se podían ver de todas las clases, estaban las simples y las elaboradas, las light y las calóricas, la porción de arroz, el queso con las cerealitas y la infaltable mortadela.

Ernesto y Luis “El Pela”, sin muchas vueltas, huyeron en búsqueda de alguna parrillita humeante a la casa de algún que otro choripan o sándwich de bondiola…

Luego arrancaron los mates ya institucionalizados de Mariana y la torta de Sandra!!. No era de naranja, pero valoramos muchísimo su gesto.

Momento de foto grupal y de emprender el regreso. Nos retrasamos un poquito con Sandra y Luis “El Pela”, aunque me tranquilizaban las palabras de Luis, “no hay problemas, conozco el camino” …. Estimo que sería por el “camino del borracho”. Efectivamente, partimos hacia el sitio donde se expende la bebida que se toma en misa. Aun no tengo en claro que ocurrió cuando llegamos, si estaba cerrado o que, lo que si tengo claro son los llantos de lamento que se oían por ahí…

Tomamos la Montevideo, no se en que altura, hasta el camino del petróleo y de ahí hasta la ultima parada en la estación de servicio YPF donde se realizaron las visitas correspondiente, shop y toilette.

Llegando al bosque, cada uno tomo por el camino más conveniente hacia sus domicilios y con el deseo de éxitos para todos los Lomenses participantes del Desafío de Río Pinto.

Un comentario adicional al relato, transcurrido un tiempo cercano al año desde el momento de mi primer salida con el grupo, es la primera vez que escribo el relato de la misma y a pesar del tiempo transcurrido no quiero dejar de agradecer al grupo por la amistad, humildad, compañerismo y solidaridad que lo caracteriza. Sin importar el tiempo que lleves compartiendo las salidas, ya seas un histórico o un debutante, siempre serás bienvenido sin ningún tipo de restricción o censura.

Saludos a todos.

Diego G.