Nocturna a Bavio

Hola, chicos:

Les comento lo que fue la salida nocturna del viernes 18.

Nos reunimos en la Plaza San Martín a las 22:30 h. Una banda de rock nos daba la bienvenida, grata fue la sorpresa al ver a Mauricio que hacia varios meses no venia a las salida, y mayor al ver tanta gente a la espera de la partida. Matías, Hermes, Enrique y su hijo se acercaron a saludarnos ya que ellos mañana temprano tenían una salida de entrenamiento.

Bueno, llego la hora de la partida y fue hermoso ver por la avenida 7 a 24 bikers con sus luces encendidas, para varios chicos era su primera nocturna y no veían la hora de internarse en esos caminos rurales tan lindos que nuestra ciudad nos ofrece, luego de pedalear por toda la avenida llegamos a la calle 659 y allí comenzaría la aventura de pedalear bajo la luz de la luna.
Entre los 24 chicos estaba Hermes que nos acompaño hasta allí y retorno a su casa para prepararse para la salida del sábado (gracias maestro por la compañía) también dentro del grupo se encontraba una dama llamada Laura quien a la par de Juanca recorrió todo el camino como una experta.
La noche estaba espectacular, mejor imposible, bajo un techo de estrellas la pedaleada continuaba, a lo lejos se veían las luces de los más rápidos, los de atrás disfrutamos un poco más de la noche porque parábamos en varias oportunidades y escuchábamos el silencio, observábamos las estrellas, algo majestuoso que tuvimos la suerte de ver y sentir.

Al llegar a Bavio paramos en la tradicional carreta. Tomamos unos mates mientras algunos reparaban pinchaduras, otros reparando el timbre de una bici que nos alegró gran parte de la noche (tenia un guarda barro roto). Mientras charlamos sucedió algo extraño: se escuchaba un rugir como de una fiera salvaje, miramos de bajo de la carreta y no encontramos nada, detrás de las bicis tampoco, grande fue la sorpresa cuando miro a Laura apoyada a un árbol emitiendo un sonido extraño que luego me entere que se le llama ronquido… (ja, un besito amiguita).
Luego de los mates comenzamos el retorno con una noche ya más clara. Al llegar a Correas realizamos una parada, nos agrupamos y continuamos rumbo a La Plata, en un punto del camino nos dividimos en dos grupos: algunos tomaron la Avenida 7 y el resto por las vías abandonadas para luego tomar la 137.
Luego de pedalear 75 km. Dimos por terminada esta hermosa salida, para algunos una salida más, para otros la mejor experiencia sobre un bici.

Chicos les doy las gracias por la compañía y será hasta la próxima, un abrazo.
Luis