Poblet

Domingo – 13:45hs – 131 y 44

Nuevamente con Luís a la cabeza, la salida comenzó hacia los pagos de Poblet. La mayoría conocedores de la zona estábamos como en casa, más no por eso sin la magia que produce el rodar por sitios tranquilos y en un espíritu de mutua camaradería. Incluso uno siempre ve algo nuevo en cada vuelta. Esta vez Luís llevó al grupo por un monte que había hecho el relevamiento el día anterior ( ¡ que grande ! ).

Una vez en la Est. de tren Poblet, cada uno empezó a sacar paquetitos de todos los tamaños y se armó la comilona. No hizo falta que -como nuestra madre dice- se oyera el famoso ¡ a comeerr ! pues en un abrir y cerrar de ojos las “queridas langostas” habían arrasado jaja!. Meta comideti y charla entre amigos el tiempo voló, y llegó la hora de que nosotros despegásemos también. Así montamos nuestros rocinantes y cual Don Quijote tomamos rumbo a una nueva aventura (nada más que todavía no lo sabíamos).

Primero fuimos por una calle de tierra la que nos llevó a la tranquera de una estancia ¿y ahora? -dijimos todos. En eso Luís ve que entre la estancia y otro campo había una franja de unos 8m maso, que antiguamente se denominaba “paso de servidumbre”, y es libre paso. Y allá se fue él a investigar diciéndonos que esperemos. Poco a poco se fue alejando hasta ser un puntito que se perdió entre la maleza del campo. Y luego de un rato se comunica diciendo que regresemos ya que hay un arroyo incruzable. Retomamos así lo ya andado, cuando nueva comunicación diciendo que los que quisieran podían ir por donde él fue si querían aventura, y los que no regresaran por la calle de tierra. La mitad regresó y la otra ni un segundo después de la llamada, iba como loca en pos del desafío.

Fuimos por un zurco entre la maleza crecida hasta que nos topamos con un arroyo difícil de cruzar. Más divisamos (atravesando un alambrado) que el arroyo se angostaba un poco en un recodo, así que por ahí cruzamos. Estaba por mandarme sobre la bici para cruzarlo cuando Andrés me advierte que mejor no (gracias che). Así zafé de la caída mas no del enchastre hasta las bolainas. No ocurrió lo mismo con Matías ( ¡ que golpe pa ! ) al que no alcanzaron a avisarle y se le clavó de punta la bici, saliendo despedido de la misma hacia adelante y cual acróbata de circo se levantó y siguió la joda.

La verdad se la rebancaron todos, incluso las mujeres ( ¡ sexo débil ja! ). María Laura supongo que no habrá entendido que podía ir por el otro lado ya que lo del arroyo le costó mucho. Estaba cruzando y en una de esas se empezó a hundir, teniendo los brazos hacia arriba y no largando la bici pa que no se le ensucie ( ¡ era una risa verla ! ). Daniel logró ayudarla con la bici ( ¡ y no la largaba ! ), y ya estaba saliendo cuando se fue de traste sentándose en el hermoso lodazal, y bue.. ¡ ahì se quejó un poquito… más! jaja. Pero aunque con el currucu mojado hay que reconocer que la bici debe ser la que más impecable quedó de todas -perdón Lau por mi gastada. Y allá nos fuimos, pasando con las bicis cual tractores por sobre todo: las malezas, “recuerdos” animales varios, terreno dispar a full, etc. Hubo algunas vacas sueltas que se alejaron ante nuestro raudo paso, algún otro alambrado a cruzar y finalmente el Grupo La Loma salió victorioso al camino rural donde tramo adelante nos esperaba Luis para llevarnos a casa.

Y más allá de la pu..ada de alguno en el momento del cruce, cuando luego del mismo rodamos por sobre todo…”quién viera nuestras caras al cruzar por los campos, sin ninguna atadura, solo el pedalear nuestras bikes, seguramente vería una sonrisa grande como el sol, pues esa es la dicha, dicha plena de la libertad”…”y cual tropilla continuamos nuestro libre galopar, nada se interpondrá a nuestro rodar, solo el viento nos ha de acompañar”.

GRACIAS GRUPO LA LOMA(LUIS ,MATÌAS,MARCELO,ETC) por un muy buen finde.

Mariano “Wolf”