Poblet y más…

Relato de Marcelo Graf

Con un poco de frío salí para la estación de servicio de 44 y 131, y por primera vez… unos 10 minutos antes de la hora pautada! (siempre llego al límite… o tarde). Ya estaban Norma y Perla y enseguida fueron llegando el resto de los ciclistas, todos preguntando por la salud de nuestro querido amigo Luis que tuvo un pequeño percance en la vista, pero se tranquilizaron al saber que ya está mejor y no fue nada grave. Esperamos unos minutos a un par que habían confirmado y nunca aparecieron… no voy a dar nombres pero ellos saben quienes son…(una de ellos avisó más tarde por mensaje de texto que se quedó dormida).

Salimos entonces la fila de ciclistas por la 32 y en el camino nos encontramos con María de los Ángeles avisándonos que más adelante estaban su marido Dani y su hijo Lucio esperándonos, pero ella se tenía que ir hasta el trabajo. Nos encontramos entonces con Lucio y Dani y seguimos adelante. Para esta altura, estábamos viendo cómo coordinábamos para guiar el grupo sin descuidar la retaguardia ni el frente, y gracias a que Norma es una experimentada integrante del grupo, aceptó la misión de ir al frente con un handy. De más está decir que hizo una tarea excelente!

Con algunas paradas de reagrupamiento de por medio nos fuimos acercando a destino, y al llegar a la estación de Poblet nos encontramos con un par de sorpresas: por un lado, había un grupo de carpas de un campamento que se había establecido en la estación (daban ganas de sumarse al campamento) y por el otro… salió un vehículo antiguo de una estancia que nos sorprendió por el estado de conservación y/o restauración. Por un momento pareció que habíamos viajado en el tiempo con nuestras bicis! Al llegar al almacén lo encontramos estacionado junto a otro vehículo antiguo que también nos sorprendió porque parecía que era un motor y un asiento apoyado en cuatro ruedas! Pudimos ver y admirar en detalle a ambos y luego nos dispusimos a cargar energías y rehidratarnos.

Aquí seguramente quien lee esto estará pensando en las típicas barritas de cereal, bebidas sport, etc. No, nada de eso estuvo presente, en su defecto hubo: facturas, sandwiches de jamón crudo y un salamín que trajo Ernesto con la tabla y el cuchillo que le prestaron en el almacén!!… Alcanzó para que lo probáramos todos!

Luego de la foto grupal, y disponiéndonos a volver, un grupo se separó para dar la vuelta por Correas y el resto retomamos al camino por donde vinimos. Como Lucio venía un poco cansado porque hacía rato que no salía con nosotros (pero le puso garra, eh!) veníamos más atrás con él y su papá, y al llegar al puente de la calle de tierra nos encontramos con los papis de Pablito que estaban un poco complicados con una pinchadura (vamos a tener que armar otro cursito de mecánica.. jeje!) Luego de un trabajo en equipo con Dani para realizar la reparación, retomamos el camino y nos reagrupamos al llegar al asfalto, ya que Norma estaba coordinando vía handy y manteniendo el pelotón en ese sitio. Desde ahí, nos seguimos encontrando con algunas sorpresas más: un sulqui, un pelotón de ovejas, unos caballos con un potrillito y hasta nos sobrevoló un avión con un planeador!

Un poco más adelante, ya viendo que para llegar a La Plata restaba un trayecto derecho, nos saludamos porque a varios los estaban esperando con la comida del domingo y estaban apurados por llegar!

Bienvenidos Sergio y Karina! Nos acompañaron en esta recorrida de 46km y prometieron volver!…

Marcelo