Temprano a Payró

El encuentro era muy temprano, pero el día prometía una jornada diferente.

Cuando llegamos a 132 y 44 algunos miembros del grupo ya están reunidos. Un poquito demorados partimos rumbo a Payro alrededor de las 9 de la mañana.

El viento fue nuestro compañero incansable, que se hacía sentir especialmente en las subidas. Salimos de la zona urbanizada, luego por el senderito de las vías (que sin barro es tan bonito!!!!)…. Correa …… Bavio …… y el bendito Payró q no aparecía más !!!!

Doy fé de lo intenso del trayecto, ya que me mantuve firme, en la retaguardia del grupo : ( GRACIAS! A mis dos compañeros que me bancaron todo el trayecto, charlando de bueyes perdidos, intentando no pensar en el cansancio y al resto del grupo que nos esperaban en las habituales “paradas de reagrupamiento”.

Llegamos para ver pasar al pelotón principal por la manga, en la primera vuelta de la carrera, alentamos a nuestros compatriotas y luego la parada obligada por las parillas, donde dimos cuenta de un buen choripan (picantito pero rico!).

A eso de las 13:30 fueron llegando los competidores al final. Escuchamos los comentarios, anécdotas típicas del encuentro y nos reunimos a saborear, algunos el asado del almuerzo, otros unos ricos mates. En un clima de armonía nos juntamos todos los integrantes: quienes corrían, quienes acompañábamos y quienes salieron por deporte. Fue lindo ver al grupo unido. A todos los miembros del grupo que compitieron FELICITACIONES!!!!, la mención especial es para Lucio, el joven ciclista Lomense que con sus diez años participó de la carrera.

Costó, pero había que emprender el regreso. El viento continuaba, pero ahora íbamos en semibajada y ya no lo teníamos en contrata. El paisaje era especial: campos verde flúor a derecha e izquierda, animales, pájaros por doquier, un cielo celeste manchados de pompones blancos de nubes, sol y las primeras flores de la temporada.

Todo maravilloso, pero las piernas ya no daban más!!!!! Como un cántaro de agua en el desierto, vinieron a buscarnos antes del cementerio de La Plata, para emprender el regreso en auto hasta Quilmes y Berazategui. El resto del grupo continuó pedaleando hasta el centro.

Bienvenido Gastón! un nuevo integrante y otro saludo para los dos chicos de Olmos que nos encontramos en el camino de ida y compartimos el regreso también. La gente se sigue sumando, porque La Loma es un grupo de cicloturismo, de gente amigable y solidaria, cosas que se pueden apreciar cada fin de semana en las salidas.

Gracias y hasta la próxima salida!!!!

Natalia