Tres Pueblos

Mi primera salida… ¿Qué misterio, no? Estas inmersa en medio de la rutina, las obligaciones, el ostracismo, la queja, el cansancio, las responsabilidades sin saber que cosa podría sacarte de ese lugar… y un día aparece el deseo de cambiar el enfoque, la mirada… y una tímida posibilidad de un deporte o alguna actividad, luego las dudas, A MI EDAD, CON MI FÍSICO, NO VOY A TENER RESISTENCIA , NI TIEMPO y una oportunidad… ¡LA BICI! Con un desborde de entusiasmo una hace la compra de su primer bici, la elige, la prueba, se enamora a primera vista… ¿y ahora que ? ¿qué viene después? Nada hacía pensar lo que vendría después…

Lo primero que hice es buscar un grupo, me contacto con Luis y justo coincidía ese fin de semana con la salida a Tandil… mi corazón desbordaba ante la posibilidad de transitar por esa experiencia, pero había dos problemas, la falta de entrenamiento (hacia tres días que me la había comprado) y el temor a no poder integrarme a un grupo ya consolidado. Habiendo desistido de la idea comienzo mi entrenamiento diario, con el fin de poder participar de actividades grupales futuras y que me permitan estar en condiciones físicas.

Había otro problema, los horarios de mi trabajo (de noche) no siempre coincidía con las salidas programadas, de hecho lamento mucho haberme perdido la salida a la Isla Paulino, pero confío que habrá otra oportunidad…

Había más dudas y temores que posibilidades, y como cada vez estoy más convencida que los limites se los pone uno y en accionar esta el secreto del bienestar y la plenitud… luego de un mes de entrenar sola me decidí y me propuse este domingo 16 de noviembre sumarme al grupo y superar cualquier obstáculo. Justo no era una salida sencilla, eran distancias para mi casi inalcanzables, iba a ir sin dormir, pero mencionaban que las guías iban a ser mujeres y pensé, las mujeres somos fuertes y solemos apoyarnos en los momentos difíciles, es una característica del genero. Y ahí fui, sin saber con lo que me iba a encontrar, cómo me sentiría con gente que no conozco al llegar a los 65 km y no pueda más. Pero el desafío y el deseo de comenzar a transitar una nueva etapa fue más fuerte. ¡Una mañana bellísima! Con un Sol radiante y una brisa generosa. Iba llegando al lugar de encuentro muchísima gente de todas las edades y generosa, con algo en común, entusiasmo, optimismo, alegría y ganas de compartir. Comenzamos a avanzar por la ruta, por los senderos y mi mente no alcanzaba a registrar tanta belleza , todo lo que hacemos por primera vez nos genera asombro y sorpresa, era más hermoso de lo que podía imaginar. Cada tramo se iba perfumando de calidez, de compromiso, de estimulo, de apoyo, con un HOLA, ¿CÓMO ESTAS? o ¿VAS BIEN?, y brotaba un torrente de adrenalina y optimismo que te indicaba que SÍ ibas a llegar, que había gente que te cuidaba, que se preocupaba por vos y que si ellos pudieron, vos también.

Mientras te desplazas por la ruta comienza a intervenir tu alma, observando la creación… cada detalle… el Sol, el cielo, los árboles, las mariposas, los pájaros, es una danza, una comunión de tu ser con el universo. Era un equilibrio perfecto entre la relación más noble, sana y de cooperación con otro ser humano y la magnitud y la belleza de la naturaleza.

Hay momentos que interactúas y otros que inevitablemente tenes que procesar internamente ese momento, atesorarlo para siempre. La primera salida creo que es ÚNICA, te deja una impronta en el espíritu. Momentos así, con personas tan cálidas, tan agradables que buscan más o menos los mismo, vivir la vida en plenitud, sin prejuicios, sin temores, caminando por la vereda del Sol, sacándole el jugo a la vida, con generosidad, porque cada vez que una de las guías Romina, Norma o Mónica se me acercaba para preguntarme como me sentía, yo pensaba que ellas, ni ningún otro compañero que compartió un tramo del camino (incluso para hacerme el aguante con el baño ja ja) lo hizo con algún interés o beneficio personal. La alegría de llegar, el cansancio de volver, la satisfacción de haber superado mi propio desafío, superar los temores, las limitaciones y la posibilidad de conocer gente maravillosa hizo de este domingo un día luminoso, enriquecedor y FELIZ… que no es poca cosa. Ya que creo que todo ser humano busca inundar su vida con momentos como esos, ¡gracias por haber estado ahí para compartirlo conmigo!

Este es el inicio de una etapa de nuevos logros y desafíos… espero con ansias los momentos que vendrán porque que estoy segura que siempre van a superar al anterior. Y reitero mi agradecimiento a Luis por mantener este grupo, generando un espacio tan enriquecedor, es una tarea muy noble liderar este proyecto, que quizás ni el se imagine la magia que puede despertar en muchas vidas.

Gracias, los abrazo con mucho cariño.

Andrea DK

p.s.: El relato habla de la primera salida que realizó: el 16 de febrero de 2014, a Buchanan