Un lunes en Poblet y algo mas…

Un lunes en Poblet y algo más

“Un camino es una proposición, por supuesto una orientación o una dirección…Es una línea de vida, una vena de la tierra que alimenta una red interminable..” David Le Breton

Nuestro camino a Poblet tiene en el punto de partida, que es también el de encuentro, la cordialidad y la bienvenida al grupo. Estamos los nuevos, los asiduos, los guías, coordinadores; se mueve entre nosotros el deseo de hacer rodar nuestras bicis.

Alguien rompe cadena en el primer impulso del camino; es una contingencia, una demora, la solidaridad, la paciencia, el arreglo y la espera a la sombra de un rebosante árbol de moras.

Iniciado el recorrido, el grupo toma un pulso: cada cual a su ritmo y cada tanto reagrupamos.

En caravana, nosotros y nuestros avatares y disfrutes. Otra rota cadena, el sol que pica, el agua que salva, la sombra también y el compañerismo, además-, el diálogo que discurre aquí y allá, las advertencias sobre pozos o autos que se aproximan, la inestabilidad del camino hecho manto de polvo, los campos de alcauciles, el aroma de la manzanilla, los cuerpos que se exigen y gozan de puro vivos que están.

Y así llegamos al parador y punto de descanso. Mesitas, pasto, árboles, sombra. Las bicicletas paradas arman un paisaje de pausa mientras los demás vamos haciendo de esa pausa un momento de compartir charlas, mates, hay convites muy ricos y sabrosos, anécdotas, y más allá unos gansos libres que ganaron el foco de la cámara de más de uno.

Finalmente, el regreso que cierra la vuelta y define el lazo. Lo hicimos con el mismo pulsar, cada cual a su ritmo y cada tanto reagrupamos. Pasamos por la antigua estación de ferrocarril que conserva el cartel de Poblet y algunos residentes alrededor. El esfuerzo de la pedaleada persiste, hay compañía y el conjunto sostiene.

Luego van sucediendo las bifurcaciones que nos devuelven más o menos cansados y, seguro, muy reconfortados a nuestras casas; nos vamos despidiendo, hasta otra.

23/nov/20

Sabina