Vientos de Poblet y algo más…

Lindo día y lindo sol para recorrer los el Camino de los Cuatro Vientos.
Hacía tiempo que lo transitábamos, está impecable por no decir copado.

Sea cual fuera el camino que uno pedalea en Poblet, desemboca -casi siempre- en el Almacén de Yeya. Allí nos apostamos.

Hubo un despliegue de viandas y charlas. Salamín y queso, mate y risa.

Intentamos que Bernardo se sumara al mentado mate, pero no. Nos falta trabajarlo un poco, lo sacaremos bueno.

Nati tenía guardado unos bombones de avena. La ansiedad de Ponti por comerlos hizo que enviara a la Ninja Negra para conseguirlos.
En un mismo acto y una misma toma, la derribó, desmayó y obtuvo los bocaditos dulces.

Una mención especial al cheff Fileni, que nos alegró con pan y mermelada de higos caseros.

Luego pegamos la vuelta.

Gracias por compartir el camino.