Vuelta al Arroyo Rodríguez

Querido Grupo:

Es difícil describir la mezcla de sensaciones que han pasado por mi en esta primera salida, enorme fue la alegría de disfrutar con todos ese momento y mucho mas aun, el agradecimiento para todos Ustedes por la camaradería, por el aliento, por renovar en mí esa idea de que todavía se puede creer en el otro!

La energía que trasmite quien pedalea a tu lado, transmitiendo el empuje silencioso de que ¡DALE QUE PODES!, y de eso se trata la vida, de dar el aliento al prójimo… ese otro que quizás ni sabes como se llama, pero que esta al lado tuyo, que por algún motivo, en ese mismo instante estas alentando y te alienta!!. Sublime momento en el que se genera esa comunión!!!!

Es indescriptible olvidar la sonrisa de algunos niños que hemos cruzado en el camino,.. el asombro!! de ver ante ellos esa caravana de colores, esa energía unificada, ese desfile de historias que en ese momento se transformaron en una!!. Fue lo mas conmovedor, lo que mas me impacto de este encuentro, ver el efecto que se provoca en el otro, robarle la sonrisa a esos niños, solo por el hecho de estar, de pasar frente a ellos!! Alguien lo había notado? El descubrir lugares que no tenia idea que existía, pero eternamente agradecida por dejarme llevar!!! y conocer ese grupo de seres maravillosos!!!.. Gracias a ellos por recibirme sin prejuicios con la única condición de tener que darle para adelante!!!.

Obviamente que no dejare de resaltar a quien sabe guiar muy bien este sentido de pertenencia: a vos Luis un enorme GRACIAS, por la buena onda, por recibir a todos con los brazos abiertos, por brindarte sin pedir nada a cambio, por ser el generador de tantas sonrisas!!!

Y en lo personal a mi querido hermano de la vida, mi querido cuñado Carlos Cassinelli, con quien me divierto de lo lindo y comparto el gusto de pedalear.

Para ustedes y para todos los “pedaleadores” de la vida, este es mi relato.

¡Gracias, hasta siempre!

Luciana