Vuelta de Poblet

Estimados amigos del Grupo La Loma :

Hoy fui designada para realizar el relato de la travesía rural a Poblet. Pavada de responsabilidad me tiraron! No tengo facilidad para la escritura pero acá estoy, cumpliendo con el mandato del jefe.

Salimos a las 9 menos cuarto de la Estación de Servicio Esso de 44 y 131. Yo por supuesto empecé mal el día no sonándome el despertador a la hora estipulada, por lo cual salí a los apurones sin poder siquiera inflar mi rodado, el cual había permanecido estacionado sobre tacos en el living de mi casa todo el invierno. No sabía siquiera si las gomas estaban resecas por la acción de los calefactores, pero igual salí al ruedo. La verdad que mi Juliet Mérida se comporto de diez no ocasionándome ningún inconveniente más que el dolor de mis asentaderas por el delgado asiento. Yo me pregunto a quien se le ocurrió diseñar semejante tortura. Ya en el punto de partida recibí la ayuda de María Barrague que me infló las ruedas antes de salir hacia el destino. Era una hermosa mañana, agradable temperatura y un excelente grupo. Se fueron sumando ciclistas hasta llegar a conformar un grupo de 30 o más, con mucha presencia femenina cosa que me asombró. Gente linda por cierto fue la que encontré, grupo abierto y ameno. Llegamos al almacén de Yeya cerca del mediodía. La imagen del sanguchito de crudo que fui saboreando en pensamientos habia sido mi objetivo para no claudicar en la pedaleada y morir en el intento. Ya allí también me vi tentada por los ricos pastelitos, los cuales para las 18 hs del mismo domingo, no había quedado ni uno. Nos hidratamos, charlamos, sacamos la foto consabida, y degustamos un delicioso budín hamburgués que había llevado María.

Emprendimos la vuelta y ahí empecé a sentir el cansancio. Me dolía la espalda, la cintura y el traste, y en el afán de buscar culpables, se lo asignaba al sanguche de crudo, sin evaluar que podía ser la falta de entrenamiento, jaja! Suerte que encontré amigos solidarios como Verónica Carrión que se ofreció a cargar mi mochilita y Luis “el pela” que fue mi maestro desde el principio dándome una clase magistral de cambios y transmisión que creo no me la voy a olvidar más. Pedalee detrás de él casi todo el tranco para evitar el viento en contra que nos acompañó de vuelta. Juan Matías el líder del grupo de este domingo me eligió por ser nueva, para contarles mi impresión con un relato. La verdad estuvo lindo, pero no quiero mentirles que deseaba llegar a mi auto, estacionado en la Esso y preguntaba a cada rato “cuánto falta?”, perdón por ser tan pesada! Lo cierto es que cuando avisté la Berlingo me creí Cristóbal Colon y grite Tierra!! Tierra! . Estaba muy cansada pero feliz de haber podido superar este desafío. Gracias al grupo por el aguante, el acompañamiento y prometo ponerme en estado porque valió la pena el paseo. Me encanto sentir olor a campo (vengo de allí: Dolores) y me gusta ver vacas, toros, el olor a bosta , y todo lo que sea naturaleza. Besos a todos, que tengan un buen fin de año y comiencen el 2012 con los mejores augurios…

Hasta la próxima.

Pd: no quiero dejar de mencionar mis inicios en esto con el grupo Se nos salió la cadena liderado por mi amiga María Laura Giuliani, espero no haberla hecho quedar mal como representante de ese grupo…

Virginia Elena Letche