Parque Pereyra Iraola por el Camino del Duende

Relato de Diego

El horario pactado era a las 10.00 y en la estación de servicio shell del arco en Villa Elisa. Al llegar junto a Marian, la conductora de la salida, ya nos esperaba Jorge con un amigo nuevo del grupo. Enseguida, con el transcurso de los minutos fueron arribando todos los lomenses, la mayoría lo hizo rodando desde la plata, otros en auto o en tren. Muchas caras conocidas, muchos que están comenzando y algunos debutantes.

Saludos, abrazos afectuosos, compañeros de pedaleo que hace tiempo no se ven… así fueron sucediendo los primeros minutos hasta que pasadas las 10.15, Luis, que amago con ausentarse, impartió la orden ansiada y los mas de 40 ciclistas partimos por la calle 402 en dirección a la calle Gral. Belgrano.

Hasta aquí sin sobresaltos… excepto por alguien que cedió ante la trampa que a veces nos propuso el barro en algunos sectores.

Apenas cruzado el gral. Belgrano, atravesamos un sendero sobre la derecha dentro de un pequeño cañaveral, que luego se convirtió en una huella, rodeada por algunos nogales, seguramente no muchos conocían pero si varios de los cuatriciclos que habitualmente vemos en el parque.

Al poco tiempo de iniciado este sector, debimos descender de nuestras bicis, la mayoría, para cruzar un puente de madera sobre un pequeño hilo de agua… Uno de nuestros valientes ciclistas no se quiso bajar…. Mientras los bikers caminaban sobre el puente de madera, otros esperaban por cruzar, todos ellos miraban a su izquierda y abajo…. A la izquierda y abajo estaba nuestro valiente, que no se quiso bajar de su scott plateada y reluciente… nuestro valiente amigo cedió a otra trampa que nos ofreció el barro…. Aplausos para el, creo que fue el único que lo intento.

Ya en el segundo puente no cabía la chance de cruzar rodando por debajo, tranquilamente los que cruzamos primero quedamos a la espera del resto y a nuestra guía, que seguía entretenida retratando gente y alguna que otra desafortunada caída…. que no ocurrió.

Algunos mostraban cierta ansiedad, Norma me preguntaba: ¿Y ahora para donde?… Yo me hacia el desentendido y miraba para atrás, buscando a la conductora (…sacando fotos…) otros rezongaban: “a mi me prometieron que iba a ver el árbol de cristal” (es tocayo mío pero se apellida distinto, Iribas)

Visualizado el pequeño duende….me da la orden, con gesto mediante, como diciendo “¿que estas esperando?”.

Arrancamos nuevamente, rodeando un pequeño bosquecito de eucaliptos para luego volver a tomar la huella que nos traía y en dirección a Gral. Belgrano y acceso al complejo del SETI

Ahora pedaleábamos en la calle paralela al Belgrano, en dirección a Gutiérrez. Otra vez el barro con sus trampas, algunas patinadas y traspiés… algunos iban por el verde, otros encaraban por el medio de los charcos, felices de ensuciar sus bicicletas, seguramente no viven en edificio y no tienen que subir por el ascensor y esquivar la cara adusta del portero….

Luego de una breve pausa de reagrupamiento retomamos la marcha, no sin antes oír otro reclamo de la misma persona de antes, (D. I.).

Seguimos, volvimos a cruzar el Gral. Belgrano, a la altura de la parrillita El Palenque sobre la calle 700 y algo… enseguida doblamos hacia la derecha introduciéndonos en un sendero, muy agradable de pedalear, casi sin obstáculos y cubierto de mucha vegetación.

En cierto punto de este trayecto, nuestro querido augusto también sufrió un pequeño tropiezo, pero por culpa de las inadecuadas cubiertas lisas 1.5.

Luis desorientado y aparentemente preocupado preguntaba: “¿Ustedes ya conocían……?”

Salimos del sendero, ya estábamos en la zona de quintas muy cerca de la ruta 2 y de Ing. Allan. El sendereo le devolvió la alegría a mi tocayo que ya manifestaba una sonrisa incipiente.

Llegamos a la ruta 2, tomamos la colectora en búsqueda del Camino Evita, medio para llegar a la parte final de nuestro recorrido, otra vez Gral. Belgrano a la altura del cruce con Camino Centenario, pedaleo ininterrumpido hasta, por fin, detenernos en frente de la casona Santa Rosa. Surgieron los buenos mates que siempre nos acompañan, con bizcochos, galletitas, diversas clases de tortas…. Derribados en el pasto, sin importar que este húmedo, de manera de poder disfrutar de las charlas con los amigos de siempre, los nuevos y los que vienen….

Momento de foto grupal y de emprender el viaje de regreso hasta el sitio de inicio, ultimo sendero en la zona del ECAS para salir casi en el arco y la Shell.

Final del paseo, muchos volvieron a sus casas, otros fueron en busca de algunos km adicionales, otros en dirección de alguna parrilla perdida en Gutiérrez, saludos correspondientes con todos los amigos y con el anhelo de volver a compartir una salida, que seguramente será distinta, pero tanto o mas reconfortante que esta.

Saludos a todos, será hasta un próximo encuentro.

Diego