A Isla Santiago según el tiempo y algo más…

Aquí mi relato de la salida a Isla Santiago:

Quiero destacar la creación del grupo de ciclismo La Loma: las salidas para principiantes y algo más.

El domingo a la mañana temprano, con el tiempo que no ayudaba mucho, pero con esa alegría de disfrutar; salimos por esos caminos.

Y lo hicimos con un gran grupo de colegas ciclistas (que siempre están dispuestos a las circunstancias) formado por enfermeros, mecánicos y demás colaboradores.

Un hermoso paisaje, el paisaje. Por las calles de Villa Elisa hasta llegar a la entrada del Camino Negro, compartiendo siempre alguna charla con el colega ciclista muy amena y divertida. Así, hasta llegar a las playas de Punta Lara.
Y ese fue un momento de recuperar energías, de tomar unos mates; y siempre esa charla divertida y amena.

Salimos para Isla Santiago: llegando para almorzar y compartir con chistes y bromas. Ya con un poco de Sol salimos a recorrer parte de la isla.
Paramos para hacer otra mateada con el grupo y compartir algunas exquisiteces para luego volver por Ensenada a La Plata por el bosque.

Muchas gracias por compartir este hermoso día,

Antonio J.

Agrega Martín:

El amigo Antonio Jonco nos acompañó el domingo pasado a Isla Santiago. No fue corto el recorrido: algunos marcaron 70 y pico de kilómetros; claro, tomamos por Camino Negro y regresamos por Ensenada pasando por El Fuerte…

En el trayecto, un pozo audaz se le cruzó en el camino tirándolo de su rodado -que él mismo armó-; el amigo se levantó y siguió.

No fue hasta el momento que nos dispusimos a tomar mate que notamos que su yerbera tenía dos agujeros, uno por donde se introduce la yerba y se pone la tapa y el grande, que se había hecho producto de la caída…
Qué podemos decir de la bolsa enorme de chipá: “me levanté a las seis de la mañana”, dijo; “y estaban calentitos, pero ahora se enfriaron”. ¡Estaban de rechupete, eso lo digo yo… ¡un lujo! 

Cuando aparece el “y algo más…”, hay que destacarlo. Antonio en agosto cumple 78 y nos agasajó con su compañía…

¡Gracias, Antonio!