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La fresca del domingo nos llevó hasta Gobernador Obligado: una Estación del viejo Ferrocarril Provincial, reconvertida en escuela, ergo: cerrada. Pero conservada, así que linda y distante visualmente.

El camino nos encontró con la Estación Esquina Negra. Una tranquera se abrió de palabra, cuando el cuidador improperios mediante nos repelió por “ciclistas”, luego entró en razón y de buenos modos nos abrió el pasó; incluso se despidió con un “Dios los bendiga”.  La estación se mantiene como hace años, pero sin asentamientos, sólo ganado vacuno en los alrededores.

Mucho barro y espinas, algunos pinchazos demoraron la ida. Bebidas matafrío amortiguaron la sensación térmica. Caminos sinuosos y atajos que sumaron kilómetros fueron la clave del día.

La pasamos lindo y fresco.

Gracias a todos, gracias.