Poblet

Relato de mi primera salida

La noche había pasado tranquila y me levanté temprano, según mis planes de salir a andar en bici. Hacía tiempo que quería salir en grupo, pero no había sido posible. La vez anterior a Correa había diluviado la noche previa. Luego, lo planteado para un domingo después de comer: ya tenía convenido un almuerzo. Así que cuando vi salida para el domingo 17 dije:- ¡Esta es la mía!- Y así fue. Llegué a la parada cercana a 131 y 65 cuando vi allí a dos ciclistas ataviados como yo. Ellos también esperaban al grupo mientras comían un pastelito que la señora del puestito ofrecía adecuadamente para la espera. Al rato ya estábamos como cincuenta personas reunidas en 131 y 68, hola qué tal, uy mira gente conocida, mira cuántos aunados por una propuesta para la mañana del domingo, qué bueno haber venido.

En resumen, porque las palabras son muy escuetas para expresar el sentir de cada uno, ni siquiera el sentir de uno de lo vivido, pasamos por calles comunes, campos desconocidos y conocidos, parajes donde uno no sabía dónde estaba, pero seguía pedaleando sin dudas, acompañando las nubes y el vientito, confiando en la guía de los organizadores ya avezados. Al dar una vuelta al camino ya pisábamos Poblet, destino final del grupo. Luego descansamos, compartimos, buscamos pertenencias perdidas entre los pastos, y montamos nuevamente nuestros briosos corceles para emprender la vuelta, que siempre resulta más corta que la ida, ¿por qué será?

Alejandra.

Recibí el domingo con los primeros fríos, pero alegre, porque es día de bici.

En el punto de encuentro había conocidos y principiantes, es lindo recibirlos!. Luego de los saludos y charlas, esperando que estemos todos para salir a jugar, partimos hacia Poblet.

Hermoso momento, todos juntos rodando, andando al principio por calles pobladas. y de a poco van desapareciendo las casas y dando lugar a pedacitos de campo, que se hacen cada vez mas grandes a medida que avanzamos. De pronto se termina el asfalto y se siente ese maravilloso ruido, que hacen un montón de bicis andando juntas sobre la tierra….y ahora a prestar atención! , hay que ver cómo se va presentado el camino , y a la vez charlar con el compañero que nos toco al lado.

No sé por qué extraña razón, pudiendo ir ordenadamente, terminamos todo amuchados, jajaja, estaremos ansiosos?, somos una rejuntada de chiquitos, grandes , muy grandes …. todos distinto, pero en esto nos parecemos.

Si bien ya había visitado Poblet, nunca aprendí el camino, y en esta ocasión tampoco, porque Luis nos guió por un sendero desconocido para mí….y allí ya renuncié a ubicarme, sin saber por dónde voy ,ni donde estoy, pero disfrutando del paisaje y el vientito, que nos acompaño todo el tiempo, junto con el sol.

La estación, siempre con su encanto, y el momento de tertulia y mate sentados en el verde, lo más!…De las charlas , siempre me traigo algo que me enriquece. Mónica comentó, que participó de esta salida porque vio en mi muro todo lo que disfrutaba yo y la entusiasmo, y otra persona , me recordaba porque, una vez le dije que la bici cambio mi vida, y estas palabras la motivaron ,Que bueno!!!!, Sigamos así !,contagiándonos esta alegría que nos da la bici.

Con la mañana del domingo aprovechada a pleno, risas, sol , actividad física, saludos afectuosos, etc…me queda la tarde para compartir con la familia.

Hasta la próxima!!

Norma Ayala Gauna.