Finde en Chascomús

Este fin de semana fue increíble, todos salimos muy contentos de 131 y 44, con una jornada de sol, la mayoría con alforjas y unos pocos como yo sin ellas, dispuestos a pasar el desafío de completar la travesía. Llegamos a Poulet sin demasiados contratiempos , allí desparramamos lo que habíamos traído para comer y fuimos al kiosco para completar la mateada. Seguimos luego el recorrido para Oliden.

En Oliden descansamos. Nos recreamos en la panadería La Olidense, yo no la conocía pero había recibido muchos comentarios elogiosos del lugar y se quedaron cortos, la señora que generalmente nos atiende en Poulet como aquí muestran una amabailidad y recibimiento cordial que invita a volver.

Todo muy lindo pero comenzamos a perfilar como el cielo comenzaba a nublarse y los nubarrones a perseguirnos amenazantes. Los malditos decidieron seguirnos en el trayecto y burlonamente mojarnos cada tanto, ya que llovía y salía el sol, especialmente desde Vergara hasta ruta 20, a partir de allí, algo se apiadó y pudimos arribar a la ruta 2 y finalmente la laguna sin lluvia.

La solidaridad y el buen humor del grupo se mantuvieron constantes a pesar de varios contratimpos, aún el de Marcelo, que odia el barro y odia el barrooooo… Cuando llegamos a la ciudad, que está hermosísima nos organizamos y fuimos a cenar. Todo muy rico y a descansar, que lindo me suena esa palabra cuando la estoy escribiendo, me suena acaricia, hay… mis piernas están reenojadas conmigo, quieren seguir descansando….

El domingo salimos alrededor de las 10 para La Plata. Todo muy tranquilo sin inconvenientes.

Cumplimos la meta. Arriba La Loma ¡Vamos por más!!!

Nora

Hacía tiempo que no salía con el grupo. Desde que volvimos del sur que no me hacía presente en una salida. No me costó mucho despertarme, pero sí los detalles de último momento me hicieron retrazar.

Partimos mi hermano y yo de casa a las 7:10hs para llegar 25 minutos más tarde al encuentro del grupo. Para mi sorpresa, que no esperaba más de diez o doce personas, nos encontramos con por lo menos veinte pedaleros.

Partimos fuera de horario. El día y el pronóstico se presentaban ideales para pedalear. Encaramos por la 137 y luego por la 600, para ahorrar un poco de tiempo, hacia Poblet, donde tras un breve descanso y un pinchazo, seguimos para Oliden.

En Oliden descansamos unos minutos más. Le hicimos hacer ejercicio a la señora de la panadería La Olidense que iba y venía cargando nuestras caramañolas.

Retomando nuevamente el camino, estábamos entonces ya pedaleando hacia el próximo punto de reagrupamiento: Ferrari. El ritmo era bastante parejo, pero sin desatender al de cada uno. Como siempre, los que más los que menos, vamos avanzado derrotando kilómetros uno tras otro. Algunos pedaleaban un poco más adelante, otros un poco más a tras. Algunos solitarios, otros de a dos o de a tres y, cada tanto, visitas de los de atrás que se adelantan un poco, o de los de adelante que esperan en alguna bifurcación esperando la señal “hacia allá”.

Y así el día comenzaba a ponerse en el medio. El cielo comenzaba a mostrarnos dudas de cómo seguiría: de un lado se veía despejado y por otro un poco oscuro.

Ya en Ferrari, nos deshicimos de nuestras esperanzas de que la cosa cambie y de a poco nos dejábamos abundar por la resignación de que probablemente llueva en el camino.

Esta vez no almorzamos en Ferrari, lo dejamos para más adelante, solo nos reagrupamos, descansamos y recargamos agua, ya que eran las 12hs. más o menos y pararíamos en Vergara.

Y hacia allí nos dirigimos luego de emparchar la bici de Isabel. A estas alturas, con algo más de 70 kms pedaleados, el sol ya no estaba y las nubes oscuras iban techando nuestro andar. Esperábamos que nos de tregua hasta llegar por lo menos a Vergara, cosa que no sucedió, ya que la lluvia nos sorprendió a mitad de camino y tuvimos que emparchar la bici de Delfina bajo la lluvia.

Un poco empapados, ya en Vergara, nos acomodamos para almorzar. La lluvia segía un poco, paraba un rato, y así.

Acomodamos entonces un poco las cosas y seguimos nomás… Dada la situación, hemos tenido que tomar por un atajo en vez de pasar por Don Cipriano, entonces hacia la ruta 20 seguimos y luego los últimos kilómetros hasta destino (2kms = 10kms + 10kms hasta la laguna…) Partimos entonces con un poco de llovizna, luego lluvia, y más tarde como que salió un poco el sol. En ese tramo, el amigo Juan Carlos dijo “no va mássssss….” La cosa fue que los abductores se hicieron un nudo y le dijeron “hasta acá llegamos hermano…” Así que lo enganchamos a mi bici y lo remolcamos un rato hasta que se le pase (si a alguien le pasó, los calambres de abductor son lo peor que hay). En este tramo también, el amigo Daniel revienta una rueda, así que gracias a previsión de Juan Carlos que tenía no una si no dos cubiertas de más, pudimos sobre pasar el inconveniente.

Admirable la destreza de las chicas maniobrando como podían o haciendo patito en el barro como lo hizo Sandra.

¡Llegamos a Chascomús! Como a las 18:30hs. Pasamos por el hotel donde se quedaron algunos, nos despedimos de otros que se volvían ese día y nos dirijimos los acampantes al camping.

Luego de armar las carpas, descansar un poco y de bañarnos… como no podía ser de otra manera, se largó otra vez a llover.

Comer hay que comer, con 127kms encima, ¡Hay que comer! Así que cuatro remises nos llevaron hacia Lo de Mirta donde volaron las papafritas, los ravioles, los tallarines, las marylands, las ensaladas de fruta y los flanes caseros con dulce de leche… A la cena se sumaron Pablito, la hermana y el padre que vinieron a apoyar a Nora, y se restaron los chicos que se quedaron en hotel por no poder conseguir remis, pero se hicieron la harta panzada en un resto cerca.

El día domingo no presentó ninguna novedad resaltable. Nos encontramos con algunos amigos durante el regreso por la ruta 2 y llegamos a La Plata a las 16hs.

Fueron dos días de puro pedal. Puro pedal: 10 horas el sábado y 6 horas el domingo. 210 kilómetros pedaleados.

En le podio imposible no ubicar a Teresita que se la re bancó. Ahí nomás Nora y Cecilia que han marcado un ritmo muy bueno. Sandra, Isabel y Delfina de diez como siempre, también Norma y Silvina, aunque esta vez se hicieron la rata…

Muchas gracias Luis por la excelente salida, siempre se aprende algo nuevo dando la posibilidad a que uno se enfrente a las adversidades y tratando de sobrellevarlo lo mejor posible. No siempre las condiciones son excelentes para que todo salga bien, pero solo basta un puñado de gente dispuesta a que ello sea posible. Así que de esta manera agradezco a Marcelo, Gustavo y a Daniel por el apoyo de siempre y a todos de igual modo.

Nos vemos la próxima salida…

Juan Matías