Difícil Punta Lara

Otra vez nos tocaría una jornada difícil. Toda la semana lloviendo y con mucha fuerza como para hacernos perder la salida. A veces el Grupo La Loma funciona como los elefantes que se balancean sobre la tela de la araña… (esta última serían las salidas).

La noche anterior invitaba a mandar un telegrama a Crónica TV de cartel rojo “Ultimo momento: Grupo La Loma cancela salida”, pero no nos dio el presupuesto… ja!

Todas las salidas tienen un agregado especial, siempre. En esta oportunidad, no le fallamos a las ganas de pedalear y el viento, ese gran amigo nuestro de siempre nos acompañó a la ida para hacérnosla fácil, pero bien chinchudo se puso al llegar a destino. A uno de los chicos le decía “vamos a la misma velocidad sin pedalear con viento a favor que pedaleando con viento en contra…”

Partimos entonces de Pza. Moreno a la hora acordada (mentira, unos minutos más tarde) luego de saludar a Jorge (en bata, pantuflas, pipa y diario bajo el brazo) que andaba chusmeando la previa y la largada de la carrera/maratón/grillitos de 10 kms. que estaba organizada en la plaza.

Pasamos por 7 y 520 (un poco más tarde, como a las 9:32hs.) donde más adelante nos enteramos que uno se cansó de esperarnos y salió para el otro lado.

Continuamos como el recorrido planteado por calle 7 al fondo, Villa Castells hasta la estación de tren de M.B.Gonnet, de ahí por calle 13 (por atrás de las vías) hasta el Club de Golf de City Bell y por Centenario hasta Villa Elisa donde se nos acopló Luís Nazareno. Esta primera etapa de taquito, impecable (un viento a favor que te daban ganas de seguir derecho, agarrar autopista LP_BsAs., ruta 7, Córdoba, San Luís, Mendoza y terminar en el Pacífico… bueno, tanto no, hasta Mendoza está bien… jeje)

En Villa Elisa el viento de costado molestaba un poco e hizo que nos distanciemos un poco y donde no entran moscas (Boca Cerrada) nos reagrupamos y nos encontramos con el perdido en 7 y 520, Gustavo. Nomás asomarse a la calle costanera daba miedo… así que, ajustamos los cascos y le enfrentamos nomás. Parecía una de esas películas de milquinientos gerreros enfrentándose unos con otros a palasos. ¡¡Qué manera de hacer fuerza!! Las olas golpeaban el murallón y eso también invitaba a hacerse sobre un barco tratando de controlar las velas en medio de una tormenta de mar (mucha película lo mío no? pero está bueeeeno!!!) Ni hablar de las relaciones: 2-6 para arrancar y luego 2-5 / 2-4 / 2-3 / 1-3 / 1-2 / 1-1 en ese orden y a una velocidad mayor a la del viento.

Y también, como estaba planteado, los mates infaltables en un reparo… en un reparo… jaja sí! encontramos un reparo en un kiosquito.

Y así fué un poco la cosa. Volvimos tranqui por el diagonal hasta La Plata. Vivitos y contentos… (#&@·”·$%|¬&/!”)

Agradecimientos especiales como siempre: a todos por no dejar escapar a esta oportunidad.

Saludos especiales: a Ariel, un viejo amigo que está de nuevo (aunque quedó sin piernas, pero eso es otra cosa), a Luisito siempre firme junto al pueblo y a la flía. Cappaninni por el aguante

Y a Gustavo que me disculpe por no poder hacer que se baje de la bicicleta… qué va ser… esto es así… jaja

Bienvenidos y felicitaciones a Heladio, Ramiro y Ricardo.

Me queda decir solo que: si dudás, se sale igual.

Gracias por la compañía y será hasta la próxima salida…!!

Juan Matías