Poblet sin excusas

Relato de Andres

Mi relato de la salida del domingo comienza desde 131 y 68, donde esperaba a los ciclistas que íbamos a compartir la salida a la estación de Poblet.

El primero en saludarme y cuestionar la llegada a Hudson del día anterior fue Ernesto, que se dio por satisfecho viendo la arena que tenia mi bici. Partimos rumbo a la estación por la calle 68, donde fui compartiendo la experiencia de Ernesto en Río Pinto, así como la de Sandra y Luís El Pela. Me contaron lo duro, excitante, exigente y satisfactoria que les resulto la experiencia a cada uno de ellos, la verdad de mi parte Los Felicito!!!!.

Nos reagrupamos en 155 y 90, donde decidimos ir por la calle y no por las vías, éramos muchos, Luís contó cerca de 40 ciclistas, muchas caras nuevas, al menos para mi, a las cuales les doy la bienvenida, el día acompañó en la ida, vientito a favor, Febo nos empezaba a calentar con sus rayos, el olor a campo es una sensación impagable, la paz que emana de la tranquilidad del mismo es única.

El único hecho destacable en la ida fue que 4 ciclistas que, evidentemente, estaban entrenando nos pasaron a un ritmo muy superior, y en la entrada de la estación doblaron para el almacén de Yeya, y hubo quien los confundió y hubo que avisarle que no eran del grupo La Loma.

Ya acomodados en la estación fueron surgiendo como siempre delicias gastronomitas de diversa índole, al igual que la ronda de mate que se compartió en la estación toda en diversos grupitos.

Mientras mateábamos se nos cruzo el grupo Se me salio la cadena, de la zona norte de la ciudad, con Laurita Giuliani al frente.

La vuelta fue algo mas dura que la ida, el viento arreciaba en contra nuestra de forma muy pronunciada, se empezó a notar cuando estábamos cerca de la ruta y en la misma fue francamente desfavorable, prueba de esto fue la cara de agotados de algunos cuando arribamos nuevamente a la tierra para retomar el camino.

Ya reagrupados seguimos por la calle de tierra hasta llegar a 173 donde nos reagrupamos nuevamente y a poco de partir Eduardo pincha y nos quedamos a reparar ese pinchazo, alcanzamos a Marcelo y a Luis que nos esperaban en la calle 90 y por ahí al resto de grupo que nos esperaba en 155.

Que lindo llegar y ver a todos esperando a quien se quedo atrás, ese compañerismo no debe perderse, es una característica en el grupo junto a la solidaridad y el buen humor.

Desde ahí seguimos sin incidentes remarcables y planificando de que forma poder terminar ese día de pedaleo de forma interesante: en una parrillita en 27 y 32.

En 131 y 68 se dio por finalizada la salida en forma oficial, y los grupos nos fuimos disgregando hasta que solo quedamos los que compartimos unos lomitos, fanta y destilación de cebada en la parrilla, los que compartimos eso fuimos Sandra, Mariana, Ernesto, Luís El Pela y quien redacta estas líneas.

Como siempre un placer compartir momentos con el grupo, mas allá de donde podamos ir, a que hora, o como, lo importante es compartir momentos amenos.

Andrés