Finde en Reserva El Destino

Relato de José Luis y Miguel

Hacia mucho que no salíamos con el grupo aunque por el foro o la pagina teníamos la data de las salidas y acontecimientos.

Las incorporaciones que se suceden continuamente no dan una idea de la renovación del grupo sino mas bien que la familia no para de crecer (eso quizás se note en el relato cuando no sepamos los nombres de los nuevos miembros)

Ya se veía que pintaba numerosa la salida, en el foro se notaba las ganas de salir a rodar, el tiempo venia mostrando tímidamente días muy lindos y parecía como que entre todos despedíamos el invierno.

Y ya de entrada en los puntos de encuentro se noto un montón de caras nuevas (al menos para nosotros) que se mezclan con los de siempre, los mas veteranos (ojo… en el grupo), en 44 y 31 nos juntamos la mayoría y partimos rumbo a lo de Don Ignacio, previo paso por la rotonda del cementerio donde había otro grupo esperando sumarse, así nomás, al vuelo se engancharon formando una fila india impresionante por la 137, sin mayores complicaciones tomamos las vías en Arana que nos llevaran hasta Correa. Una vez ahí, en lo de Tita, frente a la estación ferroviaria, se hace la primer parada de reagrupamiento y así reacomodar el equipaje, desabrigarse ya que el sol empezaba a calentar.

No tardamos mucho y partimos rumbo a Bavio , llegando a la estación de servicio suena el celular de Dora, quien decide atender y bajar a la banquina todo al mismo tiempo, y pobre… ocurrió lo inevitable, siguió hablando en el piso. Pero las desgracias para ella no habían terminado. Saliendo de Bavio sufrió la mordedura de un perro lo que le hizo desistir de continuar el viaje y decide pegar la vuelta en un vehículo de apoyo que a ella misma asistía. ( ¿visionaria? ¿precavida? Vaya a saber uno…)

Mientras tanto seguíamos camino a J. (¿Jennifer?) Arditi para luego tomar un camino que nos llevaría hacia la ruta 11 a la altura del Regimiento 8 de Tanques de Magdalena. Un par de Km antes paramos para almorzar, tomar unos mates y por supuesto descansar algo también. En este trayecto Patricio tuvo un percance con la parrilla que lo molesto gran parte del viaje.

Ya en el tramo final de la ruta 11, rumbo al destino se comentaba entre otras cuestiones el famoso asado de la noche, porque la cantidad de participantes hacia peligrar el mismo.

Y asi fuimos llegando de a grupitos. Algunos antes de comenzar a armar el vivac decidieron congratularse con algunas cervezas, más que merecidas estaban por el esfuerzo realizado.

Una vez instalados en el campamento nos dimos cuenta que algunas carpas preexistentes quedaron invadidas por nuestros ciclistas, y con buena onda huyeron despavoridos… obvio, los invadidos.

Con la llegada de Daniel Valente, volvió a tomar fuerza el asado que fueron a comprarlo a Magdalena. Mientras algunos se bañaban, o recorrían las instalaciones, otros visitaban el rió esperando infructuosamente la salida de la luna y estaban aquellos que seguían bebiendo.

Así las cosas se fueron sucediendo, hasta que el asado no solo convoca a los ciclistas , sino que tuvimos la visita de el viejo lobo de mar Ernesto, de Silvina, y otros/as.

Una ves mas quedo establecido que los asadores oficiales son Patricio y Lito, pero que cuentan con el apoyo anónimo de un montón de colaboradores, ya sea para hachar la leña, servir la carne, o hacer artísticas tortillas a la tetrabrik.

Se comió y bebió a granel, por lo tanto la sobremesa marcó el final de un día agitado.

Sin habérselo propuesto arrancamos temprano la mañana todos acompañados por unos matecitos y dulces, como una previa al desarme de las carpas.

Algunos partieron primero junto a Luis, el resto, después de la foto grupal de rigor, fuimos emprendiendo la retirada, con un leve viento que al principio fue molesto, hasta la glorieta de la plaza principal de Magdalena, la próxima parada se fijo en Bavio donde se almorzaría.

Algunos Km antes Silvana sufrió una descompensación debido que en la semana padeció una gripe. En el momento decidió que la vayan a buscar y dar por terminada la travesía, preservando de esta manera la salud.

De alguna manera la partida de Bavio, por diferentes necesidades e intereses (llegar temprano, esperar los familiares de Silvana, seguir tomando mate, ir en busca de una cerveza, etc) marcó el final de esta aventura.

Como conclusión nos queda de recuerdo muy buenos momentos compartidos en las bicis, en los caminos que nunca dejan de asombrarnos, en las carpas, en el asado, en la playa, que solo pueden darse en compañía de personas que el grupo La Loma te brinda.

José Luis y Miguel