Selva Marginal de Hudson

Relato de Francisco y Verónica

Se me ha conferido el honor de escribir el relato de esta salida. Les cuento, mi nombre es Verónica y me había entusiasmado en
realizar la segunda salida con el grupo y “que Grupo…”en compañía de uno de mis hijos, Francisco, de 15 años. La decisión de realizarla, fue que al terminar mi primera salida para principiantes realmente la había finalizado muy bien, sin inconvenientes, así que me arriesgué a la de Nivel Intermedio.

Nos unimos al grupo en 501 y 25, a media cuadra de casa, era mas que tentadora la invitación y hacia rato que queríamos conocer Hudson. Había llovido, pensamos que no se hacia pero igual nos levantamos tempranito, preparamos las bicis y Fran se asomó a eso de las 8:45 y vio que en la esquina había un señor con bici. Así que casi sin desayunar nos apuramos y fuimos al lugar de encuentro.

Nos juntamos unos cuantos y comenzó la SALIDA A LA SELVA MARGINAL DE HUDSON !!!!!! Que alegría, estrenaba el bolsito de cicloturismo. Llegamos sin inconvenientes a Villa Elisa donde se nos sumo Luis Cribellati, su novia y mas tarde su hermana y sobrino. Realmente el tiempo no era de lo mejor pero nos asombramos con Francisco de la concurrencia a la misma. Pasamos por la estación de Pereyra y tomamos el primer camino de tierra, bordeamos el arroyo Baldovino donde fue mi primera caída. De pronto……, a cruzar un arroyo donde todos los muchachos con la supervisón de Julio improvisaron un puente, QUE PUENTE !!!!… buscaron troncos, rama… espectacular, fue un poco difícil pero con la ayuda de todos fue un éxito. Recorrimos unos senderos realmente hermosos. Tuvimos que cruzar un segundo puente que fue mas fácil y luego de pedalear un rato llegamos al rió, que placer… andar en bici por el agua, lo disfrutamos muchísimo hasta la novia de Luisito se baño, que GENIAAA!!! Unos cuantos nos quedamos con ganas de hacer lo mismo.

Luego de ese pequeño descanso continuo el viaje a Hudson, un poquito de barro pero dominable. Llegamos nuevamente al río y almorzamos, empezó a chispear y luego de la foto grupal decidimos emprender el regreso. ¡¡¡Que aguacero!!! y acá comenzó el barro, que barro!!!, imposible de avanzar y después de varias caídas Julio nos comenta que tenemos la vías, benditas vías !!!!!, y benditas calzas con badanas !!!!!, atentos a los trenes llegamos a Pereyra y por fin asfalto hasta casita .

Chicos les agradecemos el viaje, ESPECTACULAR, COMPLETITO, TODO TERRENO, seguramente un relato un poquito largo, pero quedaron tantas cosas por contar… Nos sentimos con Fran entre amigos… en todo el viaje realmente acompañados, seguros, protegidos.

Palabras como Solidaridad, Compañerismo, Fraternidad, Alegría son las que caracterizan al Grupo la Loma.

Hasta la próxima salida.

Francisco y Verónica


Relato de Mariano

08:30 hs…¡¡UY DIOOOOS ME DORMÍ ¡!….y la gran ñcsgivzbkò grrr!!….a ver si llego?…y llegué….¡con la lengua afuera! . Así arranco movidita la cosa, en un día pleno de aventuras. Con el tiempo horrible y todos los pronósticos en contra, un grupo de valientes (Julito-El Pela- Naza – Antonella – Mariano chico nuevo-etc) estábamos dispuestos a todo…¡y que así sea! nos mandó el Tata desde arriba. Pusimos rumbo al Parque Pereyra por calles de poco tránsito, y al entrar en éste por la zona más selvática un velo mágico se corrió, dejando a 11 jinetes y sus briosos “corceles” liberar sus riendas y entrar velozmente a un mundo fantástico.

El sendero se presentaba a nuestros ojos y la tupida maleza se abrió permitiendo nuestro paso, más no por eso gratuitamente, Dulces rayitas fueron curtiendo nuestra piel. Y así llegamos a prueba decisiva de la fuerza presente en nosotros y en la Natura, al tener que cruzar un canal profundo con su puente de leños semiderruido. Nos miramos y fue todos una misma respuesta… ¡¡sigamos!! Quien nos detiene?… a lo que sin pensarlo dos veces Julito y Pela se animaron primero: ellos los más firmes, los que muestran día a día que con el espíritu adecuado ¡¡náááda es imposible!! .Y una vez al otro lado extendieron sus brazos al cruce de sus compañeros y amigos. El siguiente fue Naza y atrás su hermana ( ¡sexo débil jaa! ), poniéndose enseguida el 1ero a fabricar unas pértigas que puso a disposición de los demás. Ahí fue cuando me mandé yo y en una de esas perdí el equilibrio al empezar el cruce y… ¡¡me dí flor de palo!! al caer sobre unos troncos y mi pierna golpear en los mismos antes de caer sobre el agua. Tirado sobre los juncos, con la pierna en el agua, me quedé tirado un rato agarrándome el brazo que había quedado dolorido y ya tenía mal de antes. Pero como no se puede detener la marea cuando avanza, rato más habíamos cruzado… ¡con las bicis y todo, fááá!siguiendo el giro de la rueda loca.

Puentes (en mejor estado gracias a Dios), arroyos, árboles de gran dimensión y frondosa copa, hojas amarillas por doquier, curvas constantes, etc, no faltaron para finalmente llegar… ¡a divisar el río!. Nuestros corazones se dieron la mano y junto a los “corceles” saltamos de alegría bailando entre sus aguas.

Pasado un tiempo, tanta sobrecarga de energía pedía ser lanzada al mundo, asi que continuamos hasta Hudson por camino que ya no fue dificultad después de lo vivido. Allí encontramos un camping donde después de pagar 3$ c/u nos sentamos cómodamente a ver el río y armamos regio pic-nic.

Habremos estado una hora maso y viendo como tronaba el cielo ( ¡pa mí que era pa amedrentarnos!) y siendo las 15 pasadas, se decidió el regreso así volvíamos tranqui. Aunque de “tranqui” ¡¡jaa!! no tuvo nada. Una batalla más debimos librar al enfrentar la “zona pantanosa de las quintas” (lodazal de la hostia). Nuestras bikese hundían a cada paso y el avanzar debió ser transformado en caminar. El paso fue pesado, más seguro, por lo que luego de las zonas pantanosas vinieron tierras firmes. Y allí montamos nuevamente no deteniéndonos ya nada hasta el sol… de nuestro hogar.

Mariano “Wolf”


Comentario de Luis El Pela

“Solo quiero aprovechar estas líneas para agradecer la buena onda del grupo, pues aquello que se planteó como un encuentro de cicluturismo, nivel casi principiante, se convirtió en una salida con mucha exigencia y no obstante haber muchos chicos nuevos y damas también, se bancaron el esfuerzo con toda energía !!!!

Ni hablar de Julito, hoy, entre otras cosas, constructor de puentes, Nazareno arreglando bicis rotas o algunos chicos, cuyos nombres no recuerdo, acarreando los troncos necesarios para que todos pudieramos sortear algún arroyito de la selva marginal…

Lo charlabamos con Julito, mientras regresabamos de la salida; estamos felices de haber compartido este día con amigos y bicis, por el espíritu de aventura y la solidaridad que prevaleció en cada tramo de la salida… * Lo digo una vez más y nunca me cansaré de señalarlo: Tengo la dicha de pertenecer a este querido Grupo La Loma y siento un gran orgullo ser parte del mismo.”

Luis “el Pela”