Domselaar

La mañana del domingo se presentó agradable, al llegar al punto de encuentro, me encontré con varios integrantes que conozco desde hace algunos años, sería Diego el guía de la salida, luego de unos minutos partimos hacia el segundo punto, allí se conformó un grupo bastante numeroso.

Transitamos por Gonnet, hacia la zona de El Peligro, cruzamos la ruta 2, descansamos y algunos compraron su provisión en el almacén de dicha ruta, y continuamos por el camino que lleva a Buchanan, en éste tramo fue posible divisar el autodromo Mouras y escuchar los ruidos de los motores de la competencia.

Cruzamos ruta 6, nos reagrupamos, todos veníamos muy bien. Arribamos a Domselaar, quienes nunca habíamos llegado a esa localidad, nos tomamos foto en el cartel de la estación del ferrocarril, y como era el horario de almorzar, Diego nos condujo a una talabartería (muy surtida) allí almorzamos en dos numerosos grupos, buscando el refugio de la sombra. Grata sorpresa fue que nos estaba esperando Alejandro con sus hermosas hijas. Luego del merecido descanso continuamos por los caminos rurales de Brandsen, los que por momentos estaban muy polvorientos, y por allí se produjo una frenada, solicitada por Diego, que dijo; “por acá no es” un GPS ayudó a retomar el rumbo, después de un rato, en otro reagrupamiento, había que realizar una leve trepada, aquí algunos pensaron que era una broma y se resistieron hasta último momento, continuamos y aparecimos en la ruta, la que utilizamos por pocos metros, para pedalear junto al bosquecito, por lugares muy bonitos nos estábamos dirigiendo a Gómez.

Al llegar al lugar que alguna vez fue estación del ferrocarril, que ahora es una linda plaza, nos dispusimos a merendar, y otra grata sorpresa, apareció nuestro amigo Julito, que salió a hacer kilómetros y sabía que estábamos por allí.

Tomamos la calle 515, aún faltaba cruzar las rutas, 6, 2 y 36 para llegar a La Plata, todos veníamos con buen ritmo. Al llegar a Abasto, algunos continuaron por 515 hacia ruta 36 y otros tomamos hacia 520.

A metros de la rotonda de ruta 36, tuve que pedir que se detengan porque había pinchado, ayudaron varios compañeros, reitero las gracias, y cuando estábamos por continuar Julito y otro compañero venían al auxilio del grupo rezagado.

A pocos kilómetros de esa rotonda, nos despedimos, continué con Stella y su hermana Mariana que está incursionando en el cicloturismo, y su rendimiento fue muy bueno.

Una jornada de 110 o 120 km, transitados con la mejor de las energías para pasarlo de 10.

Gracias Diego por tu impecable labor de guiarnos.

Lili.