La Plata, Revista INFU | junio de 2019


LOS CICLISTAS ESPERAN RESPUESTAS A SU RECLAMO POR SEGURIDAD 


“No hay, hasta el momento ningún tipo de respuesta a nuestro petitorio por seguridad”, apuntó Martín Sáenz, integrante del Grupo La Loma Cicloturismo, en relación con el pedido girado al Ministerio de Seguridad provincial y a la Municipalidad de La Plata hace casi dos meses.

El domingo 12 de mayo unos quinientos ciclistas manifestaron en plaza Moreno. No solo eran de La Plata sino también de otros distritos del Gran Buenos Aires. Tras leer los distintos puntos del petitorio, desde el centro geográfico platense partieron por diagonal 73 hacia avenida 44, llegaron a avenida 7 y regresaron por 53 hasta la plaza. Simbólicamente recorrieron los puntos neurálgicos de donde debería salir una respuesta. No obtuvieron nada.

Dirigido al intendente Julio Garro y al ministro de Seguridad provincial Cristian Ritondo, el pedido lleva la firma de más de 2300 ciclistas que quieren practicar su deporte con garantías de seguridad.

Mantuvieron reuniones con comisarios de diversas seccionales y con autoridades del Comando de Patrullas de La Plata y consiguieron en algún caso ser apoyados o acompañados en ciertos tramos de sus circuitos. “Pero los robos son muchos y van en aumento“, expresó Sáenz. El mismo domingo de la concentración fueron robados dos rodados, y desde ese día hasta el cierre de esta edición fueron cometidos otros tres asaltos. El cicloturismo registra un gran crecimiento en los últimos tiempos.

El petitorio hace referencia a los robos realizados por motochorros, emboscadas y ataques con piedras. Piden “corredores seguros“. Se preguntan “de qué sirve que desde el Estado promocionen la práctica del ciclismo como agente de cambio en el cuidado del medio ambiente si no ofrecen la protección adecuada para un uso seguro?“.

Exigen seguridad en las ciclovías platenses, camino Centenario, avenida 137 hacia Ignacio Correas, avenida 44, diagonal 74 hacia Punta Lara y caminos que conectan con Ensenada, Magdalena y Brandsen, entre otros puntos donde se desplazan.

El pedido no comprende solo la protección de los ciclistas en la práctica del cicloturismo sino la de todos los ciclistas que usan bicicletas para ir a trabajar,
a estudiar y en la vida cotidiana.

El valor de las bicicletas va de los 10.000 a los 150.000 pesos. Sáenz explicó que “si bien quienes las roban no podrían venderlas ya que bajo la caja pedalera tienen un número de serie, sí pueden comercializar las partes. Son muchos los componentes, como patas de cambios y masas. El cuadro es lo que menos vale’‘. Los asaltos se registran también en la ciudad, donde roban bicicletas que quedaron atadas o apoyadas. En cuanto al modus operandi, cuando se desplazan en grupos eligen a algún rezagado. “Se te arriman en moto, te empujan, te tiran al piso, te pueden lastimar y hasta matar, y se llevan la bicicleta“, explicó el ciclista y agregó que “en el Bosque o en la bajada de la autopista los robos son a mano armada“. Se sospecha que hay desarmaderos y “habrá bicicleterías y ciclistas que las compran, por eso sugerimos que quien compra una bicicleta usada, la adquiera con papeles porque, además, si quieren asegurarla no podrán hacerlo. Y un  seguro nos es barato, ronda los 500 pesos mensuales, pero cubre la bicicleta, no los accesorios, alforjas y su contenido como costosas cámaras de fotos o GPS“.